Actualizado 06/08/2009 15:48

Incendios.- Los residuos del fuego pueden acortar la "vida útil" de los embalses, según los ingenieros

Advierten de que la ceniza y las partículas "pueden dificultar la depuración del agua", influyendo perjudicialmente en su consumo


MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

El colectivo de ingenieros de montes y el de técnicos forestales alertó hoy del riesgo de que los residuos y la ceniza que provoca el fuego de los incendios estivales en España "pueda llegar a colmatar (obstruir por sedimentación) los embalses y, en el futuro, acorte su vida útil en torno a un 20 ó un 30 por ciento e incluso perjudique el consumo habitual de agua en aquellos lugares en los que no se disponga de las depuradoras y de los sistemas de tratamiento adecuados".

En este sentido, según explicó a Europa Press el secretario general del Colegio de Ingenieros de Montes, Salvador de Miguel, una vez que un foco es sofocado, los ríos, lagos y embalses cercanos "quedan totalmente turbios debido a la existencia de partículas y ceniza en suspensión". "No sólo el agua queda contaminada, sino que además puede iniciarse un proceso de erosión del terreno que llegue hasta la ladera del río", afirmó. No obstante, matizó que la "gravedad" de cada caso, dependerá de la pluviosidad y de las pendientes del lugar.

"Las aguas sucias pueden llegar a colmatar los embalses, ya que la erosión del terreno es capaz de transportar del orden de 20 toneladas de residuos por hectárea si las laderas son muy elevadas", apuntó De Miguel. Asimismo, destacó la influencia de los incendios en la 'escorrentía'. "Se trata del nivel de agua que circula entre la tierra tras las precipitaciones", aclaró. En esta línea, señaló que, pese a que lo normal es que discurra un cinco por ciento del total caído, en zonas desarboladas por el fuego "esta cantidad puede cuadruplicarse".

Para el técnico, dicho fenómeno puede desencadenar "importantes" consecuencias pues, según aseguró, si el suelo está muy estropeado y hay que recuperarlo con vegetación "es mucho más complicado al haber perdido todos los nutrientes necesarios". "También es fundamental tener en cuenta que toda esa ingente cantidad de materia en suspensión, hace que las tareas de depuración del agua se compliquen". Así, indicó que si existen zonas sin sistemas de tratamiento eficaces "podría llegar a afectar al consumo del hogar".

LOS MONTES PIERDEN SU PODER "INFILTRADOR"

Por su parte, el experto del Colegio Oficial de Técnicos Forestales, Raúl de la Calle, remarcó que los efectos de los incendios en la calidad del agua pueden ser "notables", "ya que el poder infiltrador de los montes se detiene al no existir masa forestal en las zonas devastadas y arrastra de la ladera materiales erosivos". "Este fenómeno suele darse en Levante en las épocas de gota fría, cuando se producen verdaderas riadas", añadió.

Igualmente, remarcó el "peligro" de que los embalses se vean colmatados con el tiempo, reduciendo "considerablemente su vida útil". "Depende mucho de las características de cada caso concreto, pero si la ladera de un monte presenta una pendiente del 30 por ciento, la trayectoria de ese embalse puede acortarse en el orden de dos a tres años por cada diez", puntualizó. Además, recordó que, dado que gran parte del agua destinada al consumo proviene del subsuelo, en las poblaciones cercanas a incendios los consumidores "pueden verse perjudicados".

Finalmente, ambos colectivos coincidieron en que, a pesar de la exitencia de riesgos, "no hay datos ni estudios oficiales que asocien estos siniestros ambientales al empeoramiento en la calidad de las aguas españolas". En este sentido, fuentes del Canal de Isabel II (Madrid) inciden en que este bien "no se consume directamente, sino que previamente pasa por diversos procesos de depuración y filtrado". Por ello, concluyen que las posibilidades de que la gente se contamine por su ingestión son "remotas".