Actualizado 02/07/2009 14:27

Al menos 869 especies ya se han extinguido, una cifra que podría aumentar a 1.159, según estudio

MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

La vida en la Tierra está gravemente amenazada pese al compromiso de los dirigentes mundiales por invertir la tendencia, según un análisis detallado de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que afirma que ya hay 869 especies extinguidas y 290 en peligro crítico de extinción.

El estudio de la UICN, que se publica cada cuatro años, muestra que no se conseguirá el objetivo de reducir la pérdida de biodiversidad en 2010. "Es hora de reconocer que la naturaleza es la empresa más grande del planeta, que trabaja para beneficio del cien por cien de la humanidad y lo hace gratis", manifestó el director adjunto del programa de Especies de la UICN, Jean Christophe Vié.

El informe señala que en la actualidad hay ya 869 especies extinguidas, una cifra que asciende a 1.159 si se suman las 290 especies en peligro crítico de extinción clasificadas como posiblemente extinguidas. En total, por lo menos 16.928 especies están amenazadas de extinción. Si se tiene en cuenta que sólo se han analizado el 2,7 por ciento de las 1,8 millones de especies descritas, esta cifra es una subestimación considerable, pero constituye una fotografía útil de lo que está sucediendo a todas las formas de vida en la Tierra.

"Imagínense las pesquerías sin peces, la explotación forestal sin árboles, el turismo sin arrecifes de coral u otras especies silvestres, los cultivos sin polinizadores", señaló Vié. "Imagínense el daño para nuestras economías y sociedades si todo ello se perdiese, todas las plantas y animales que configuran la extraordinaria vida silvestre del planeta tienen un papel específico y aportan bienes esenciales, como alimentos, medicamentos, oxígeno, agua pura, polinización de los cultivos, almacenamiento del carbono y fertilización de los suelos", añadió. "Las economías dependen completamente de la diversidad de las especies. Las necesitamos a todas, en grandes cantidades. Literalmente, no podemos permitirnos perderlas", afirmó.

El informe muestra que cerca de un tercio de los anfibios, más de un ave de cada ocho y aproximadamente una cuarta parte de los mamíferos están amenazados de extinción. En algunos grupos de plantas, como las coníferas y las cicadáceas, la situación es aún peor, con un 28 y un 52 por ciento de especies amenazadas, respectivamente. En todos estos grupos, la destrucción de sus hábitats, a través de la agricultura, la construcción y la explotación forestal, es la amenaza principal y se extiende por todo el mundo.

Entre las aves, la mayor cantidad de especies amenazadas se halla en Brasil e Indonesia, pero la mayor proporción de aves amenazadas o extinguidas se encuentra en las islas oceánicas. Las especies invasoras y la caza son las principales amenazas, mientras que para los mamíferos, la caza insostenible es el mayor peligro, después de la destrucción de los hábitats.

"LECTURA DEPRIMENTE"

"La lectura del informe es deprimente," según un coautor del estudio, Craig Hilton Taylor. "Nos dice que la crisis de extinción es tan grave como lo creíamos o aún peor, pero indica también las tendencias que siguen las especies y, por ende, es una parte esencial del proceso de decisión", añadió. "De aquí a 2010, la comunidad internacional debería utilizar este informe atinadamente para responder a la situación", afirmó.

La Lista Roja permite rastrear tendencias de riesgos de extinción en diversos grupos de especies. Se han calculado nuevos índices, que proporcionan algunos resultados interesantes. Las aves, los mamíferos, los anfibios y los corales muestran una disminución continua, particularmente rápida en el caso de los corales. Se han calculado asimismo dichos índices para especies de anfibios, mamíferos y aves utilizados para alimentos y medicamentos. Los resultados muestran que las especies de aves y mamíferos utilizadas con estos fines están mucho más amenazadas. La disminución de estos recursos tiene un impacto sobre la salud y el bienestar de las poblaciones que dependen directamente de ellos, afirma el informe.