Publicado 11/06/2015 13:21

Un molusco sobrevivió a la desecación durante 600.000 años del Mediterráneo

Molusco superviviente a la desecación del Mediterráneo
MNCN-CSIC


MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Museo de Ciencias Naturales (MNCN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto una especie de molusco que pudo sobrevivir al periodo de descación del Mediterráneo ya que debieron persistir zonas de agua con salinidad tolerable para algunos organismos marinos, lo que apunta a que las tasas de evolución del ADN de estos molusos serían superiores a las normales.

La investigación, publicada en 'Molecular Phylogenetics and Evolution' ha descubierto que, según el estudio de las variaciones de su ADN, Dendropoma petraeum, un molusco gasterópodo que forma microarrecifes, podría haber sobrevivido a la desecación que provocó en el Mediterráneo el cierre del Estrecho de Gibraltar hace unos 6 millones de años y el exceso de evaporación posterior.

Conocido como Crisis del Messiniense, este evento geológico y paleoclimático, que duró unos 600.000 años, provocó que la cuenca mediterránea quedara reducida a una serie de lagunas de aguas salobres, por lo que generalmente se asume que, igual que en el mar Muerto, durante este periodo desaparecieron todas las formas de vida marina.

Según ha explicado el investigador del MNCN José Templado, se trata del evento geológico que más influencia ha tenido sobre la flora y la fauna del Mediterráneo. Así, ha añadido que, de hcho, se asume de forma mayoritaria que el Mediterráneo volvió a tener vida cuando, aparentemente de forma abrupta, la cuenca mediterránea se llenó con agua atlántica al abrirse nuevamente el Estrecho.

"Por eso se acepta que la flora y fauna mediterráneas proceden de especies atlánticas que lo han poblado durante los últimos cinco millones de años", ha precisado.

En concreto, el Dendropoma petraeum es un molusco gasterópodo (animales con concha, como los caracoles). Se trata de una especie protegida por la legislación europea y española, que presenta la peculiaridad de poseer una una concha en forma de tubo irregular, al contrario que en otros gasterópodos de concha normalmente espiralada.

Dicho molusco forma agregados junto a algas calcáreas, creando pequeños arrecifes en las áreas más cálidas de Mediterráneo.

Asimismo, la investigadora del MNCN Annie Machordom ha señalado que un estudio genético previo descubrió que bajo este nombre se agrupaban cuatro especies crípticas, es decir, especies muy similares morfológicamente pero genéticamente diferentes.

"Hemos estudiado en qué momento de la historia geológica del Mediterráneo se originaron estas especies, posiblemente por un proceso de fragmentación de las poblaciones de una especie original y el posterior aislamiento de las mismas", continúa Machordom.

Gracias a los 'relojes moleculares' se calibran las tasas de variación del ADN y se puede averiguar, con cierto margen de error, desde hace cuánto tiempo permanecen genéticamente aisladas estas especies.

Templado ha agregado que los investigadores quisieron relacionar el proceso de especiación de estos moluscos con los cambios geológicos y climáticos del Mediterráneo y lo hicieron calibrando las tasas de variación del ADN.

Las dataciones de las cuatro especies estudiadas implican que se originaron dentro del Mediterráneo hace entre 6 y 7 millones de años, por lo que debieron persistir en este mar durante la Crisis del Messiniense.

"Estos datos contradicen la teoría de la extinción masiva e indican que debieron persistir dentro de la cuenca mediterránea zonas con masas de agua de salinidad tolerable para algunas especies", ha subrayado Templado.

"Si se acepta que ninguna especie marina sobrevivió a esta crisis, los resultados obtenidos indican que en estos moluscos las tasas de evolución de su ADN serían muy superiores a las estimadas en la mayoría de grupos animales, es decir que genéticamente evolucionan más rápido que la mayoría de las especies", ha concluido.