Actualizado 20/12/2008 13:32

ONG y expertos se unen en una plataforma web para dignificar el medio rural como agente de conservación de la naturaleza

MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

Profesionales e instituciones del mundo de la conservación de la biodiversidad y del ámbito del desarrollo rural han puesto en marcha el proyecto Convergencia Rural Naturaleza (RuNa), una iniciativa de comunicación articulada en torno a la plataforma web 'www.ruralnaturaleza.com', con la que que la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente (FFRF) pretende resaltar la importancia del mundo rural como garante y custodio de conservación de la naturaleza.

"A lo que nosotros aspiramos es a propiciar la convergencia entre el mundo rural y el mundo de la naturaleza y que, de alguna manera, se empiece a reconocer el protagonismo que siempre ha ostentado el campo en generar biodiversidad y paisaje, y en custodiarlo", explicó a Europa Press la directora general de la fundación, Odile Rodríguez de la Fuente, que recordó la adecuación del proyecto con la filosofía defendida por su padre, Félix, de integración del hombre en la Tierra a la que pertenece.

La plataforma, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, nace con la vocación de poner en común experiencias sobre el terreno y conocimientos acumulados en los dos ámbitos a través canales de comunicación, un directorio de 'Quién es quién', una guía de buenas prácticas y módulos temáticos. La mayoría de las iniciativas son impulsadas por administraciones públicas, como el ayuntamiento asturiano de Somiedo; ONG, como la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos; o proyectos privados de turismo rural.

Sin embargo, más allá del circuito de expertos y de personas afines al medio rural y natural, RuNa se dirige al gran público para "propiciar que se reconozca algo que muchas veces se ha visto como antagónico y enfrentado", en opinión de la hija del famoso naturalista. "Tradicionalmente se ha visto al rural como enemigo de la naturaleza, pero en realidad es un muy potente aliado", aseguró.

RETRIBUCIÓN ECONÓMICA

Junto con la dignificación del campo, imprescindible para asegurar su supervivencia, Rodríguez de la Fuente mencionó la necesidad de que tanto pastores como agricultores reciban un reconocimiento a nivel económico, que retribuya la labor de conservación que realizan estos agentes en sus localidades.

Ejemplo de ello es la lucha contra los incendios y sus aplicaciones al pastoreo extensivo en las zonas de monte bajo. En estas áreas prolifera el ramaje viejo, fácilmente inflamable en los meses de verano, pero que, a la vez, sirve de alimento a cabras y ovejas. Así, la directora general de FFRF añadió que pastores y cabreros están "desbruzando monte de forma gratuita" y destacó los altos costes de mantener la biodiversidad si desapareciera el mundo rural. "Sería tan costoso que es inviable", acotó.

Con la labor antincendios de cabras y ovejas, la leche de estos animales adquiere, además, un valor añadido "que tiene que verse repercutido en el precio y no bajo el concepto de una subvención o ayuda, sino en el pago por servicios", según apuntó Rodríguez de la Fuente.

EL LOBO, ESPECIE "TABÚ" EN EL MEDIO RURAL

Del mismo modo, la carne de las ovejas criadas en territorio de lobos saldría al mercado con un coste más elevado, ya que, a juicio de FFRF, mantienen a una especie considerada todavía como un "tabú" en el mundo rural, a diferencia de la percepción positiva que se tiene de estos carnívoros en las ciudades.

Según la directora general, la defensa del lobo no ha ido pareja con un entendimiento de las circunstancias de los ganaderos que conviven con la especie. "Los ganaderos viven una situación de ninguneo porque se ven dañados por el lobo, y a la vez sienten que es algo que tienen que asumir y no se les hace caso", subrayó

Por ello, desde Convergencia RuNa se aboga por buscar fórmulas para que se dignifique y se de valor a un pastor "que salga al monte con la presencia de lobos y que pierda animales". Al parecer, estos cánidos atacan a los ejemplares más viejos del rebaño, que son los que conocen las rutas de pastoreo, por lo que las consecuencias de la pérdida de ovejas trascenderían lo económico.