Actualizado 20/04/2010 13:36

El ozono superficial, las concentraciones de azufre y óxido de nitrógeno, principales problemas del aire en España

MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El nivel de ozono superficial y las concentraciones de dióxido de azufre y de óxido de nitrógeno son los principales "problemas" de la calidad del aire en la atmósfera lejos de los focos de contaminación en España, un concepto denominado contaminación de fondo, según señaló la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

En ese sentido, una experta en contaminación de fondo de la AEMET explicó a Europa Press que ésto se debe, principalmente, a la "situación geográfica" del país que se ve afectada por las nubes de polvo de origen sahariano que suelen llegar, especialmente en verano, y a la contaminación.

De este modo, valoró que, en general, la calidad del aire de fondo de España es "muy buena", de acuerdo a los datos que registra la red de contaminación de fondo, formada por 13 estaciones meteorológicas situadas en puntos remotos ajenos a ciudades, industrias, tráfico u otras fuentes emisoras.

La contaminación de fondo mide, por mandato de la Organización Meteorológica Mundial a las agencias meteorológicas nacionales y de la normativa de la Unión Europea para conocer las posibles alteraciones químicas de la atmósfera debidas tanto a origen natural como antropogénico. Para ello, existen tres programas principales, el EMET, que es de ámbito europeo sobre la contaminación transfronteriza; el VAG, que pertenece a la Organización Meteorológica Mundial; y el CAMP, cuyo objetivo es proteger el medioambiente marino en el atlántico nordeste.

Según indicó la experta, con estos programas se busca comprender mejor los mecanismos relacionados con los cambios atmosféricos, así como las interacciones entre la atmósfera y el océano, pero, sobre todo, proporcionar datos científicos fiables, tanto a la comunidad científica para que siga realizando estudios, como a los responsables nacionales e internacionales para la formulación de políticas ambientales.

Concretamente, precisó que la red de estaciones de contaminación de fondo, que cubren "sobradamente" el territorio español, cuenta con una base automática, que proporciona "datos auxiliares imprescindibles" sobre más de 100 contaminantes. De modo que automáticamente mide cada 10 minutos los niveles de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y ozono superficial. Además, en algunas estaciones se miden los niveles de 'pm10', es decir, la partículas de 10 micras de diámetro o menos, es decir, cualquier sólido o líquido suspendido en la atmósfera como polvo, materia orgánica, o iones, entre otros.

Igualmente, en cada estación se obtienen también muestras manuales diarias sobre precipitaciones para medir la lluvia ácida, los niveles de partículas y los niveles 'pm2,5', que son las partículas de un diámetro igual o menor a 2,5 micras. Ese dato mide sulfatos, nitratos, iones en forma de gas y partícula, amoniacos, metales pesados, entre otros.

LOS UMBRALES SE SOBREPASAN EN DOS SITUACIONES

La técnico de la AEMET detalló que en las estaciones españolas "nunca" se pasan los niveles normales o umbrales establecidos por la legislación europea, "salvo en dos casos" que se producen al superar los valores pm10 y el valor objetivo para la protección de la salud humana del ozono superficial, algo que se explica por la "situación geográfica". Estas circunstancias ocurren cuando "alguna vez al año" llega polvo del Sáhara que favorece el polvo en suspensión que, no debe pasar 50 microgramos por metro cúbico al día.

A ese respecto, comentó que el 11 de octubre de 2008 se batió el récord histórico, al alcanzarse en la estación granadina de Viznar 309 microgramos por metro cúbico por intrusión de polvo sahariano en suspensión. Mientras, en 2009, un año más lluvioso que 2008, el nivel de partículas disminuyó respecto al anterior. "Cada año es muy diferente", señaló.

También, agregó que el baremo de ozono superficial se supera generalmente por motivos geográficos puesto que para la formación de este contaminante se necesita luz, algo que España tiene en abundancia. En ese tema, indicó que el nivel máximo no debe superar los 120 microgramos por metro cúbico más de 25 veces al año, promediado en un periodo de tres años. "En verano se producen superaciones de ese valor, que aunque no tienen consecuencias importantes, hay que estar vigilantes y se recomienda no hacer ejercicio al aire libre en las horas centrales del verano porque el ozono es muy oxidante y puede producir lesiones en el aparato respiratorio", advirtió.

En cuanto a la evolución de la contaminación de fondo, explicó que desde que en San Pablo de los Montes (Toledo) en 1984 comenzaron a realizarse mediciones "en general no ha habido grandes variaciones", al tiempo que ha disminuido la concentración de dióxido de azufre a raíz del abandono de las calefacciones de carbón, mientras que, debido al aumento del tráfico, se ha detectado un aumento de Óxido de Nitrógeno. "Si disminuye el SO2 no hay lluvia ácida, uno de los principales contaminantes", agregó.

Por otro lado, respecto a la nube de cenizas provocada por el volcán islandés en erupción, la experta de la AEMET aseguró que los técnicos están "expectantes" y siguiendo con "especial atención" todos los datos que llegan en tiempo real para conocer cómo podrían afectar las cenizas y los contaminantes derivadas de esta erupción a la atmósfera y, concretamente a España.

No obstante, aseguró que "de momento no se ha notado nada en la contaminación de fondo que pueda relacionarse con el volcán" pero habrá que seguir el asunto porque, en su opinión, podría detectarse un aumento de partículas que, hasta ahora están a muchos metros de altura.