Recurso del Prestige
Reuters

El juicio se centrará hasta el 13 de febrero en la acreditación de los daños por las reclamaciones civiles


A CORUÑA/OVIEDO, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

El director general de Pesca Marítima del Principado de Asturias, Alberto Vizcaíno Fernández, ha manifestado en el juicio que se celebra por la catástrofe del 'Prestige' que "todavía hoy" están "pagando" los daños del siniestro y que hay especies cuyos niveles de capturas se mantienen "por debajo" de 2002.

Por otra parte, ha calificado de "irrisoria" la cifra de 600.000 euros en la que, según el letrado del Fondo Internacional de Indemnización de Daños a la Contaminación por Hidrocarburos (Fidac), cifró los daños el Consorcio de Compensación de Seguros. "Solo limpiar algún puerto costó más de eso", ha apuntado.

Desde este miércoles y hasta que el 13 de febrero comparezcan los peritos, la vista por la catástrofe marítima se centrará en la declaración testigos llamados por las partes para acreditar los daños de las reclamaciones civiles.

Sus declaraciones tendrán lugar después de que hayan pasado ya por el recinto ferial ExpoCoruña --donde se celebra el juicio-- exaltos cargos de la Administración marítima española que participaron en la toma de decisiones y responsables políticos como el exministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos o el exdelegado del Gobierno en Galicia Arsenio Fernández de Mesa.

DAÑOS EN ASTURIAS

En el caso de Asturias, el director general de Pesca Marítima ha apuntado que "solo los daños directos" rondaban ya "los cuatro millones de euros". Así, ha precisado, a preguntas de un letrado que los cifró en más de 4,4 millones, que a los daños directos había que añadir los "intangibles" como la recuperación de caladeros y de espacios naturales.

También ha confirmado que Asturias adelantó al sector "2,9 millones" de euros sobre los que, dijo, que "no le consta" que fueran reintegrados por la Administración española.

En el juicio, también han prestado declaración varios empleados de empresas marisqueras de Pontevedra. Uno de ellos ha manifestado que en O Grove se paralizó "totalmente" la actividad tras el siniestro y que se redujeron "mucho" las ventas.

Otro testigo ha apuntado que su empresa --en expansión cuando se produjo el siniestro-- acabó aplicando un expediente de regulación de empleo y siendo absorbida por otra porque "bajaron muchísimo las ventas a raíz del Prestige", ha coincidido.