Actualizado 18/02/2013 16:09

El acusado de decapitar a una mujer en Tenerife dice que oye "voces" que le dicen "mata"

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

Deyan Valentinov Deyanov, acusado del asesinato de Jenniffer Mills Westley, ha señalado que no es la persona que decapitó a esta ciudadana británica en el sur de Tenerife el 13 de mayo de 2011, aunque reconoció que oye "voces" que a veces le dicen "mata".

Así lo ha indicado este lunes en la primera sesión del juicio contra este ciudadano búlgaro de 29 años que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, y que ha comenzado con la elección de los once miembros del jurado --tres hombres y ocho mujeres-- que enjuiciará los hechos ocurridos en el municipio de Arona.

Jenniffer Mills Westley murió al ser decapitada con un cuchillo jamonero por Deyan Valentinov en el pasillo de un comercio chino situado en la Avenida Ámsterdam de Los Cristianos, siendo retenido posteriormente en el exterior del mismo por varias personas hasta la llegada de la Policía.

Valentinov, que padece una esquizofrenia paranoide crónica, se enfrenta por este delito a una condena de 20 años de ingreso en un centro psiquiátrico penitenciario y a una indemnización de 200.000 euros a los herederos de la víctima, que han estado presentes en el juicio.

Después de que se emitieran dos vídeos --uno del comercio chino y otro de un establecimiento cercano-- en el que se recogen parte de los hechos, Deyan Valentinov no reconoció ser la persona que aparece en los mismos. "Es una película. No recuerdo nada. Soy una persona muy tranquila y esto es imposible. No le corté la cabeza", declaró.

Preguntado por la defensa, Valentinov dijo que no sufre "ninguna enfermedad" y que no necesita "ningún" medicamento, aunque sí admitió que cuando se produjeron los hechos consumía crack, LCD y alcohol "todos los días".

Reconoció también que escucha "voces" en su interior que --a la vez que se celebraba el juicio-- le decían que "es el ángel de Jesucristo y que va a crear un nuevo Jerusalén".

Deyan Valentinov relató que escucha estas voces desde hace cinco años y que ellas le dicen lo que tiene que hacer. "A veces me dicen mata, otras veces pelea, otras veces pega y otras reza", relató.

"YA NO ES TAN TRANQUILO"

Tras la declaración del acusado, la hija de Jenniffer Mills Westley afirmó que su madre, que pasaba algunas temporadas en Tenerife, no conocía a Valentinov y que le había dicho que el sur de la isla ya no era "tan tranquilo" como hace 30 años.

Una de las personas que retuvo al acusado en la calle, y que en 2011 era conductor de una ambulancia del Centro de Salud de Los Cristianos, relató que el día que ocurrieron los hechos vio a Deyan Valentinov "de rodillas" y "cortándole el cuello" a la víctima en el interior del comercio chino.

Una vez salió de la tienda, relató que vio al acusado en la calle con la cabeza de la mujer "en la mano" y cómo salía "corriendo" tras soltarla.

Otro de los testigos que intervino en el juicio, y que el día de los hechos se encontraba comprando en un establecimiento próximo, dijo haber visto a Valentinov en la calle con "una cabeza en la mano" y "completamente rojo de rodilla para abajo".

Fue entonces cuando le cortó el paso y le golpeó en la cabeza con un casco de moto, reteniéndole junto con el conductor de la ambulancia y un vigilante de seguridad, que fue la primera persona que se enfrentó al acusado.

"UN ENFERMO"

Antes de que Deyan Valentinov fuera interrogado, su defensa pidió al jurado que le viera "más que como un asesino, como un enfermo" que "necesita de una ayuda que, de haberla tenido con carácter previo, hubiera permitido que este suceso no hubiera ocurrido".

La defensa insistió en que Valentinov es "una persona que vive en la calle, con problemas mentales que no habían sido diagnosticados y que no estaba siendo sometido a ningún tipo de tratamiento", por lo que "si bien tendrá que asumir su responsabilidad, no se le puede castigar más por estar loco".