Publicado 16/12/2014 16:35

El acusado de matar a su hermano en Alicante dijo a la Policía que el crimen era "una liberación"

ALICANTE, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

El acusado de matar a su hermano en Alicante confesó a los policías locales que le detuvieron que el crimen había sido "como una liberación", ya que la víctima "no colaboraba con los gastos de la casa, no le dejaba dormir y hablaba mal de él a los vecinos", según han relatado este martes los propios agentes durante la segunda sesión del juicio con jurado que se sigue por estos hechos en la Audiencia Provincial.

La Fiscalía, que solicita provisionalmente para el acusado una pena de 20 años de prisión, sostiene que Francisco M.C. asesinó a su hermano Julián en el transcurso de una discusión registrada en el domicilio familiar, en la calle Cronista Figueras Pacheco, durante la madrugada del 1 de agosto de 2012.

Según la acusación pública, el procesado se ensañó con su familiar y le produjo "un innecesario sufrimiento" al romperle primero un taburete en la cabeza y asestarle después diversas puñaladas en el cuello y el pecho.

Tanto los policías nacionales como los locales que participaron en el arresto han coincidido este martes al señalar ante el tribunal que el acusado se encontraba "tranquilo" y no presentaba síntomas de embriaguez, contrariamente a lo manifestado en la primera sesión de la vista por Francisco M.C.

"Nos abrió la puerta entre sollozos y nos dijo que había matado a su hermano porque no colaboraba con los gastos de la casa, no le dejaba dormir y hablaba mal de él a los vecinos. Yo lo vi tranquilo. Nos contó que había tenido que cambiar de cuchillo porque el primero se había roto y el cabrón no se moría", ha explicado uno de los agentes municipales.

De acuerdo con este testimonio, el acusado llegó a afirmar que el crimen había sido para él "como una liberación" y, posteriormente, durante los trayectos a un centro de salud y a comisaría, "se durmió varias veces en el coche patrulla".

Por su parte, los policías nacionales que participaron en la detención y el primer registro de la vivienda han confirmado que vieron al detenido "normal, bastante tranquilo", pese a que él afirmó un día antes en el juicio que había actuado bajo los efectos de la ingesta de alcohol y se había sentido "como si estuviera hipnotizado".

Estos agentes encontraron la habitación donde se hallaba el cadáver de Julián M.C. "desordenada" y con evidentes signos de reyerta, entre ellos el taburete roto, una cama movida, mucha sangre y un cuchillo de grandes dimensiones al lado del fallecido.

A UNA VECINA: "AL FINAL ME LO HE CARGADO"

En esta segunda sesión del juicio, que continúa hasta el próximo jueves, también han prestado declaración diversos vecinos del edificio donde se produjo el crimen, entre ellos una mujer a quien el procesado espetó mientras estaba esposado dentro de un coche policial: "¿Has visto, Tere?, al final me lo he cargado". Según esta vecina, pronunció esa frase con total naturalidad, "como si no hubiera hecho nada".

Otra inquilina del edificio ha señalado que escuchó durante una media hora golpes y gritos procedentes de la vivienda de los hermanos, entre los que identificó la voz de Julián pidiendo auxilio y la del presunto asesino chillando: "muérete hijo de puta".

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