Publicado 10/03/2014 15:10

El acusado de matar a los padres y a la sobrina de su exnovia niega que fuera para recuperarla

Juicio por el triple crimen de calle Sardenya, en la Audiencia de Barcelona
EUROPA PRESS

Dice que, en la relación, si había un maltratado era él y la relaciona con el "trapicheo" de drogas

BARCELONA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

El acusado del triple crimen de la calle Sardenya, Alejandro C.G., ha negado ser el autor de la muerte de los padres y la sobrina de su exnovia y ha asegurado que de ningún modo quería volver con ella porque mantenía relaciones con otros hombres y no quería "volver a pasar el calvario que había pasado", además de que ha evitado implicarla directamente.

"En esa relación si había un maltratado era yo", ha indicado el acusado en el primer día del juicio con Jurado, al preguntarle si había acosado y perseguido a su expareja M.C. para que regresara con él, aunque ha admitido que abrió sus facturas de teléfono y le colocó un GPS de seguimiento en el coche.

Ha negado que haya querido incriminar a su expareja en el crimen, pero ha relatado una conversación posterior a los asesinatos cuando él encontró unas joyas familiares en el coche de ella y le dijo que jamás volvería con ella, a lo que la mujer contestó: "Porque no quieres estar con una asesina".

Asimismo, ha asegurado que el día de los hechos su pareja le aseguró que el crimen lo habían cometido unos sicarios, aunque se ha desvinculado del envío de SMS a la mujer simulando ser un sicario para incriminarla y ha dicho que no sabe por qué estaba en el mismo radio de la antena desde donde se enviaron.

PASEÓ AL PERRO Y VISITÓ A SU TÍA

El presunto autor de los hechos --que solo ha respondido a la fiscal y a su abogado-- ha explicado que en la hora del crimen, la mañana del 27 de enero de 2012, se despertó en su casa, paseó al perro y fue a ver a una tía en su residencia, aunque no la pudo visitar porque estaba durmiendo.

Sin embargo, no ha podido citar a nadie con quien se cruzara esa mañana entre las 7 y las 10 horas, aunque al preguntarle la fiscal directamente si mató a las tres personas se ha limitado a decir: "No señora".

Ha explicado que su exnovia tenía muchos problemas de dinero y que, junto a su sobrina, "se metieron en el trapicheo de drogas".

El día del crimen ha asegurado que se enteró por la hija de los fallecidos, que le llamó y se limitó a decirle: "Ven a casa corriendo que están todos muertos" y que una vez la encontró en el rellano la vio tranquilísima.

Ha justificado que apareciera en sus gafas ADN de dos de las víctimas --se le han exhibido y él ha confirmado que eran suyas-- porque el día del crimen los Mossos d'Esquadra le hicieron guardar al perro de la familia que había estado en la escena del crimen: "Fue él quien me contaminó a mí. Estaba pringado de sangre".

El acusado, visiblemente envejecido tras dos años en prisión y más delgado, ha escuchado a la fiscal y las acusaciones particulares exponiendo su calificación de los hechos y las peticiones de pena --de hasta 81 años de cárcel-- negando con la cabeza, elevando la mirada al techo y en algunos momentos exasperado.

La fiscal ha asegurado que todos los indicios recabados durante la instrucción del caso, llevada por el Juzgado de Instrucción 27 de Barcelona, "apuntan" al acusado.

Según ha defendido, Alejandro C.G. quería recuperar a su exnovia --hija y tía de los asesinados-- con quienes convivía, y al ver que con el acoso psicológico no lo lograba, "urdió un plan" para acabar con la vida de sus seres queridos y recuperarla.

La pareja había estado saliendo durante varios años y viviendo juntos, pero en 2011 ella puso fin a la relación y se fue a vivir con sus padres y su sobrina adolescente para cuidar de ellos, puesto que la madre de la menor no podía ocuparse de ella.

El acusado, sin embargo, ha asegurado que la mujer terminó con la relación cuando a él le diagnosticaron un tumor cerebral "porque no quería cuidar enfermos ni viejos" y mantenía varias relaciones con hombres.

Según la fiscal, el acusado, con el objetivo de acabar con su vida, el 27 de enero de 2012 entró con llave en la vivienda de la familia en la calle Sardenya y armado con un mazo o similar los "atacó brutalmente" golpeándoles la cabeza causándoles un gran sufrimiento.

Después del crimen mandó varios SMS a su expareja haciéndose pasar por sicario para reclamarle una supuesta deuda por los crímenes con el fin de incriminarla y culpabilizarla de los hechos, además de mandar al juez instructor una carta en términos similares.

Respecto al envío de SMS haciéndose pasar por un sicario, el acusado lo ha negado y ha justificado sus búsquedas en Internet con palabras claves como 'sicario', o 'abogado penalista' porque M.C. le mostró estos mensajes.

El acusado ha admitido haber enviado una carta al juez de instrucción porque "con lo que había visto y oído temí por la vida de alguna persona más" y, entre ellas, él mismo, ha dicho.

Su defensa, contrariamente, ha asegurado que Alejandro C.G. es inocente y ha pedido su libre absolución.

Alejandro C.G. se enfrenta a 81 años de prisión por tres asesinatos con alevosía y ensañamiento, un delito de violencia psíquica habitual y un delito de robo con violencia --se llevó un ordenador, una blackberry y una tablet del lugar--.

El juicio en la Audiencia de Barcelona proseguirá este martes con la declaración de la hija y tía de las víctimas y exnovia del acusado, M.C.