Actualizado 28/08/2007 19:49

Africa.- Muchos adultos con VIH mantienen relaciones con niñas para "eliminar la infección", denuncia Médicos Mundi

La Policía investiga las denuncias de que enfermos de sida están siendo enterrados vivos en Papúa Nueva Guinea


MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los habitantes de muchos países africanos consideran que si un adulto se infecta con el virus del sida, el tratamiento a seguir consiste en mantener relaciones sexuales con una niña menor de 15 años "las veces que sean necesarias para eliminar la infección", aseguró a Europa Press el director de Médicos Mundi, Félix Fuentenebro, que señala que estas "practicas sociales abominables" fruto de la ignorancia y la pobreza son "frecuentes" en estos países.

Coincidiendo con la denuncia realizada hoy por la fundadora de la ONG 'Vivir con el VIH', Margaret Marabe, quien contó al diario de mayor tirada de Papúa Nueva Guinea que en ciertas zonas rurales del país enterraban vivas a las personas infectadas por el VIH para evitar los contagios, Fuentenebro aprovechó para llamar la atención sobre esta costumbre que contribuye de forma decisiva a extender el sida, pero cuya difusión es "difícil de comprobar" con estudios.

"En muchos países africanos aún es frecuente que los hombres adultos que se enteran que son seropositivos hagan lo imposible por mantener relaciones sexuales con niñas menores de 15 años. Creen que semejantes relaciones sexuales son capaces de eliminar la infección. Si una dosis no es suficiente se repite el tratamiento", contó el responsable de Médicos Mundi, red que trabaja en más de 90 países en Asia, África y América Latina y a la que pertenecen ONG de España, Alemania, Austria, Bélgica, Benin, Holanda, Italia, Polonia y Suiza

A través de este 'tratamiento', denuncia el director de esta ONG, "el que era seropositivo sigue siéndolo y el que no lo era, en razón de una traumatismo físico además del psicológico y emotivo, llegara a contagiarse casi con seguridad". "Las niñas que llegan a ser seropositivas de esta forma tan brutal tienen la posibilidad de sobrevivir durante bastantes años y de adoptar comportamientos sexuales 'promiscuos' o de entregarse a la prostitución", agregó.

DIFÍCIL DE DENUNCIAR.

A pesar de su brutalidad y de lo negativo de sus consecuencias, es complicado cuantificar y denunciar este fenómeno porque "los hombres no quieren que se les identifique y las víctimas temen la vergüenza, prefieren callar. No obstante, los periódicos africanos dan con frecuencia noticias de esta índole". "Las consecuencias de estas prácticas suelen ser las derivadas del estigma y la discriminación", dijo, destacando que la pobreza es culpable muchos hábitos insanos.

"Pobreza significa la supervivencia de practicas culturales negativas, como la de heredar la mujer de un hermano que ha fallecido. En muchas zonas, cuando un hombre muere el hermano más anciano hereda su mujer. Si el muerto lo ha sido por causa del sida, existen muchas probabilidades que su mujer sea seropositiva y que contagie a su nuevo marido y a su mujer o mujeres", comentó.

Según el director de Médicos Mundi, desde las ONG que trabajan con estas personas "cada vez es más frecuente afrontar las prácticas culturales y sociales negativas desde un enfoque antropológico para tratar de comprender comportamientos y buscar soluciones no médicas".

CASO DE PAPUA NUEVA GUINEA.

La Policía y trabajadores sanitarios de Papúa Nueva Guinea están investigando las denuncias todavía no verificadas de una mujer infectada con el VIH que la población con sida está siendo enterrada viva por sus familiares porque éstos no pueden cuidar de ellos y tienen miedo al contagio.

Margaret Marabe, quien afirma que pasó cinco meses trabajando en una campaña de prevención de la enfermedad en áreas montañosas del país con la ONG Vivir con VIH, aseguró haber visto cómo los nativos de la zona enterraban vivos a sus familiares con sida.

"Vi a tres personas con mis propios ojos", explicó Marabe al diario 'Post Courier'. "Cuando se ponen muy enfermos y la gente no puede cuidarles, les entierran", indicó.

Por ello, el director del Consejo Nacional sobre Sida de Papúa Nueva Guinea, Romanus Pakure, anunció este martes que la Policía y las autoridades sanitarias están enviando personal a las zonas denunciadas por Marabe para realizar una investigación.

Sin embargo, Pakure se preguntó por qué la cooperante no había acudido a la Policía antes de contar su historia a los medios de comunicación. "No nos gusta que esto se haya revelado así", añadió, al tiempo que reconoció que la educación sobre esta enfermedad en el campo es bastante escasa.

No obstante, resaltó que en el pasado también se han hecho denuncias similares sobre asesinatos relacionados con el sida, pero que ninguna fue verificada. "Hubo informaciones, quizá entre cinco y diez, hace años de gente que estaba siendo enterrada viva. También hubo informaciones de gente que estaba siendo tirada al río o quemada viva", señaló Pakure.

Por su parte, la portavoz de la organización Vivir con VIH, Anne McPherson, manifestó que no había oído hablar de las denuncias de Marabe antes de que aparecieran en el citado periódico.

Papúa Nueva Guinea, que comparte una isla con la provincia indonesia de Papúa, al norte de Australia, es uno de los países más afectados por el sida de la región Asia-Pacífico. Las autoridades estiman que la tasa de infección per cápita en los adultos se sitúa entre el 1,28 y el 2 por ciento, y han alertado de que las zonas más apartadas se enfrentan a tasas del 30 por ciento.