Actualizado 01/08/2007 00:07

Alemania.-Los ex niños soldado con estrés postraumático grave muestran más rencor y ansias de venganza, según un estudio

MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los ex niños soldado que presentan síntomas acusados de desorden de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) se muestran menos abiertos a la posibilidad de aceptar una reconciliación con el resto del mundo y más propensos a sentir ansias de venganza contra quienes consideran sus enemigos en la batalla, según un estudio de la Universidad Clínica de Hamburgo (Alemania) que se publica mañana en 'The Journal of the American Medical Association' (JAMA).

El estudio, dirigida por Christophe Pierre Bayer, fue realizado sobre una muestra de 169 ex niños soldado con edades comprendidas entre los 11 y los 18 años que en 2005, año en el que se realizó el trabajo, vivían en centros de rehabilitación de Uganda y la República Democrática del Congo (RDC). Todos estos menores y adolescentes fueron reclutados a la fuerza cuando rondaban los 12 años de edad, sirvieron en la guerrillas una media de 38 meses y se desmovilizaron unos 2,3 meses antes de participar en la investigación.

Los objetivos de este grupo de científicos eran valorar la prevalencia de los síntomas del PTSD en estos niños y examinar cómo los síntomas de PTSD están asociados con el rechazo que muestran los menores hacia la posibilidad de reconciliarse con ellos mismos y con el resto del mundo y con los sentimientos revanchistas que aún muestran contra la persona o grupo que consideraron enemigo. Según el artículo, decenas de miles de los cerca de 250.000 niños soldado que existen en todo el mundo han abusado o sufrido estos abusos durante la última década en la región africana de los Grandes Lagos.

Tras las entrevistas, un 34,9% de los ex niños soldado mostraron síntomas propios del desorden de estrés postraumático. Los menores y adolescentes que sufrían síntomas clínicos relevantes de este trastorno estaban "significativamente menos abiertos" a la reconciliación y experimentaban sentimientos más fuertes de venganza que aquellos que presentaban síntomas más leves de PTSD.

Todos ellos explicaron que habían vivido experiencias potencialmente muy traumáticas, una media de 11,1 sucesos duros. Entre las vivencias que más se había repetido está la de ver cómo se hería y mataba a un inocente o la de recibir duras palizas. Cerca de un 54,4% de estos menores revelaron que habían matado a alguien y el 27,8% reconoció haber sido forzado a mantener relaciones sexuales.

Los autores del informe aseguran que los descubrimientos realizados en el desarrollo de la experiencia demuestran el sufrimiento y a enfermedad mental --es decir, en este caso la PTSD-- están asociados con las actitudes de los ex niños soldado respecto a la reconciliación y pueden crear barreras para lograr la paz.

No obstante, reconocen que los resultados de este estudio son insuficientes para determinar con precisión si la apertura hacia la reconciliación y el rechazo a los sentimientos de venganza son características personales que previenen los síntomas de PTSD o si son estos síntomas hacen aparecer el rencor y las ganas de revancha.