Actualizado 03/03/2010 15:09

Los alimoches marcados por WWF regresan de África tras el periodo invernal


MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los dos alimoches marcados con transmisores vía satélite por WWF, Atlas y Vega, han comenzado el viaje de vuelta a sus zonas de nidificación en el Parque Natural de las Hoces del Riaza (Segovia) tras permanecer casi seis meses en el sur de Mauritania, según informó hoy la organización.

En estos momentos, las aves sobrevuelan ahora los campos de la Península justo al final de la época de caza, donde se registra el mayor uso de cebos envenenados en el campo. De los dos alimoches, Atlas ha sido el primero en levantar el vuelo ya que se encuentra ya en España (Alcalá de los Gazules, Cádiz) tras recorrer 2.450 kilómetros durante diez días, desde sus cuarteles de invierno en el Sahel africano hasta la Península Ibérica. La ONG apunta que la máxima velocidad de vuelo registrada por el emisor GPS que porta el ave ha sido de 89 Km/hora y se ha elevado a casi 1.700 metros de altura.

Cualquier persona puede seguir el viaje de los alimoches desde la página web de la organización ('www.wwf.es') a través de un mapa que muestra la ubicación diaria de cada ejemplar además de información "relevante" sobre los parajes que atraviesan en su ruta.

Por otro lado, el pasado 27 de febrero numerosos alimoches cruzaron el Estrecho de Gibraltar gracias a las buenas condiciones meteorológicas y se pudo captar la señal de dos ejemplares más del programa de WWF marcados con emisores de radio, Sabio y Orejas.

Los datos obtenidos por GPS han permitido conocer también la ubicación de las aves durante todo el día siendo posible monitorizar "por primera vez" sus movimientos, así como confirmar la supervivencia y el regreso a su zona de reproducción. Además, los nuevos transmisores puestos en marcha en 2009 hacen posible intervenir de forma "inmediata" en el caso de que se produzca una incidencia.

Según explica la organización, en las últimas décadas el alimoche ha sufrido un descenso en la Península Ibérica de cerca del 25 por ciento de sus poblaciones debido a amenazas como envenenamientos, choques contra aerogeneradores, electrocuciones en apoyos del tendido eléctrico o disparos. Durante el final del invierno y principio de primavera, final de la temporada de caza, los casos de veneno se agudizan y es en esta época, coincidiendo con el período de migración, cuando los alimoches corren mayor peligro. "Desde 1995 se han contabilizado cerca de 200 alimoches muertos por envenenamiento en toda la península", subraya WWF.

Por último, WWF solicita al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) que impulse proyectos para detectar y conocer las principales áreas de invernada y rutas migratorias del alimoche, así como evaluar sus riesgos. Así, el responsable del Proyecto contra el Veneno de WWF, Carlos Cano, afirmó que "es urgente que el MARM impulse la Estrategia Nacional de Lucha contra el Veneno y que las CCAA con presencia de la especie pongan en marcha sus respectivos planes de lucha antes de que desaparezca por completo de la Península".