Actualizado 26/02/2013 18:12

Una anciana de Torrelavega, pendiente de ser desahuciada de su vivienda de alquiler por pagar fuera de plazo el IBI


TORRELAVEGA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

Elina, una anciana de Torrelavega, de 84 años de edad, podría ser desahuciada de la vivienda de alquiler que ocupa desde hace más de 40 años por pagar fuera de plazo el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles).

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Cantabria ha acordado el desahucio de esta mujer, impedida en la cama tras sufrir una caída, por cometer el mismo error por segunda vez, olvidarse de pagar el citado impuesto.

Según la ley, la mujer se acogió la primera vez al derecho de enervación o, lo que es lo mismo, evitó el desahucio mediante el pago de lo que debía. La enervación, continúa diciendo la ley, sólo se puede ejercitar en una ocasión, de modo que si vuelve a incurrir en la misma circunstancia "no tendrá derecho a volver a enervar".

En declaraciones a los medios de comunicación, Ricardo Cortabitarte, hijo de la anciana que convive con la misma, ha criticado la situación en la que se encuentra su madre, a la que "seguro" que se le olvidó pagar.

Según ha recordado, la situación se remonta hasta hace poco más de una década, cuando su madre firmó un papel a la dueña del piso por el que se "supone" que a partir de ahí empezaba a pagar el IBI.

La primera vez, cuando llegó una carta del juzgado, una de las hijas de la mujer pagó este impuesto, pero la segunda vez "mi madre cogió la carta y la tiró por ahí". "Y vino el juzgado, y rápidamente fue mi hermana a pagarlo. ¿Pero dónde está el pecado? ¿porque se le olvidó dos veces? Dinero no tenemos, pero somos honrados", ha añadido Ricardo.

El hijo considera "injusto" lo que le ha pasado a su madre, una mujer que lleva 42 años en la misma vivienda y "que no debe nada". "Lo paga todo por banco, la luz, el agua, la escalera, que lo paga todo, y porque un mes que se le olvidó pagar el IBI", ha enfatizado.

"Las amistades (decían) Lina tú no tienes que pagar (el IBI). Ella venía a casa y nos comía el coco. ¡No ves, no tengo que pagar! Pero yo decía: ¡Qué son 200 euros al año, se paga y ya está! Y hace 10 o 12 años no lo pagó, pasaron 15 días, un mes, y vino una carta del juzgado, vino mi hermana y lo pagó. ¡Ahí están los papeles! Y hace 2 o 3 años lo mismo. Vino la cartera, yo no estaba en casa, y se conoce que cogió la carta. Ella no sabe ni leer ni escribir, la carta la tiró por ahí. Vino otra vez la carta del juzgado, llamé a mi hermana, se cabreó con mi madre y fue mi hermana y lo pagó", ha lamentado el hombre, quien ha reconocido que se pagó "fuera del plazo".

Ricardo se muestra convencido de que la dueña del piso, propietaria también del inmueble colindante, quiere unirlos para hacer clínica dentista. "¡Qué sentimiento tiene la dueña! Mi madre tiene 85 años, la podía dejar tranquila", ha aclarado.

La sentencia que condena a Elina no es firme y se puede recurrir, aunque su hijo ha mostrado la documentación por la que se le comunica que a partir de ahora deberá pagar ella los costes judiciales.