Actualizado 27/12/2010 13:02

La Asociación de la Abogacía Israelí denuncia las condiciones inhumanas del aislamiento carcelario en Israel


JERUSALÉN, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un informe de la Asociación de la Abogacía Israelí (IBA) denuncia que las condiciones de las secciones de aislamiento de las prisiones israelíes, utilizadas principalmente para el encarcelamiento de presos palestinos, no son aptas para acoger a seres humanos.

"Parecen más una mazmorra", señala el informe clasificado, obtenido por el diario israelí 'Haaretz'. En concreto, denuncia que las secciones de aislamiento de las cárceles de Ayalon y Shikma están "atestadas, rancias, huelen a alcantarilla y a moho y están infestadas de insectos".

"Mantener a los seres humanos en estas condiciones inaceptables durante largos periodos de tiempo es peligroso, ya que podrían constituir un ataque a los Derechos Humanos más básicos", señala el informe de la asociación, elaborado por el presidente de la comisión del servicio penitenciario de la IBA, Michael Atia, y el jefe de Derecho penal de la IBA, Moran Kabalo.

"Es difícil ignorar la sensación de que el aislamiento tal como se practica hoy constituye más un castigo que un encarcelamiento", señala. "Constituye un instrumento unilateral de castigo utilizado principalmente contra grupos criminales organizados", indica el texto.

El documento es el resultado de un año de investigaciones como inspectores oficiales de la IBA en visitas a las prisiones en las que pudieron entrevistar a los internos.

Los periodos largos de aislamiento sin contacto con la población carcelaria común tienen un impacto psicológico profundo. "Muchos presos aislados han declarado haber desarrollado paranoias, tendencia a los arrebatos de ira y problemas de visión debido a la falta de luz natural durante la mayor parte del día", explican.

El informe fue entregado hace tres semanas al Comisario del Servicio Penitenciario israelí, Benny Kanyak, con una copia para el presidente de la IBA, Yori Geiron, y para la presidenta del foro penal de la organización, Rachel Toren.

Además, revela por primera vez información sobre las condiciones de aislamiento. "La mayoría de las celdas no tienen ventanas y están iluminadas por luces fluorescentes (...). Las comidas son servidas en bandejas que se insertan por una rendija que se cierra de inmediato para evitar envenenamientos", indica.

La normativa de la Comisión del Servicio Penitenciario establece que el aislamiento es el último recurso para garantizar el cumplimiento de objetivos concretos: "la seguridad de la prisión, evitar daños a la disciplina y la vida normal en la prisión, proteger el bienestar o la salud del prisionero o de otros prisioneros y proteger la seguridad del Estado".

El informe destaca que la Comisión del Servicio Penitenciario prohíbe explícitamente mantener a los presos en celdas de aislamiento reservadas para internos condenados por el código de disciplina interna. El uso sistemático de celdas de aislamiento "para mantener a los presos en aislamiento durante extensos periodos de tiempo va contra las órdenes".

Cuando le preguntaron por el informe, un portavoz del Servicio Penitenciario, Yaron Zamir, aseguró que el aislamiento se practica "bajo control judicial y sólo en caso de necesidad y en condiciones, derechos y tratamiento apropiados". Además, destacó que hay en marcha un plan de inversiones para renovar las prisiones, incluidas las alas de aislamiento.