MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo balance eleva a 18 el número total de heridos el domingo durante una nueva carga de las fuerzas de seguridad iraquíes contra los iraníes del campamento de refugiados de Ashraf --a unos 60 kilómetros al norte de Bagdad (Irak)--. Los policías y militares iraquíes emplearon palos, barras de hierro e incluso abrieron fuego contra los residentes, según han denunciado fuentes de la disidencia iraní en declaraciones a Europa Press.
Los refugiados iraníes, integrados principalmente en el grupo Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI, por sus siglas en en inglés), considerado grupo terrorista por Teherán, han vinculado directamente esta agresión de las fuerzas de seguridad iraquíes con la visita de mañana lunes a Irán del primer ministro en funciones iraquí, Nuri al Maliki, que busca apoyos en el país vecino para lograr la reelección en el cargo.
De hecho, aseguran citando fuentes del interior de Irán que esta última acción ha sido realizada por orden directa de Al Maliki, que pretende así congraciarse con el régimen de la República Islámica.
"Este ataque supone un gesto agresivo descarado por parte de las fuerzas iraquíes y coincide con la construcción de una nueva torre de vigilancia en el flanco norte de Ashraf. Varios residentes del campamento que se encontraban en las inmediaciones del lugar en el que se levanta el nuevo puesto de vigilancia protestaron pacíficamente contra este acto ilegal y pidieron explicaciones", relató un portavoz del PMOI en declaraciones a Europa Press.
En respuesta, las fuerzas iraquíes atacaron a los residentes de Ashraf e incluso dispararon sus armas de fuego, además de emplear los palos que tenían ya preparados al efecto, siempre según la versión del PMOI.
"Los disparos fueron efectuados por una unidad bajo mando del teniente (del Ejército irauquí) Heidar Azab Mashi. Es un agente servil del régimen iraní y en otras ocasiones ha amenazado y golpeado a los residentes de Ashraf", explican fuentes del PMOI.
Los exiliados iraníes aprovecharon el incidente para reivindicar el despliegue de una misión permanente de observadores de la Misión de Naciones Unidas en Irak (UNAMI) para garantizar el respeto a los Derechos Humanos en el campamento de refugiados.
