Actualizado 17/12/2013 22:11

Las autoridades de Singapur conmutan una pena de muerte a un narcotraficante por primera vez en su historia

SINGAPUR, 14 Nov. (Reuters/EP) -

Las autoridades de la ciudad-Estado de Singapur han decidido conmutar una condena a muerte a un traficante de drogas por primera vez en su historia. El reo, un malasio que se ha visto beneficiado por las últimas reformas legales en el país y por haber colaborado con las autoridades, ha sido condenado a cadena perpetua y a quince latigazos.

El Gobierno de Singapur ha ahorcado en los últimos veinte años a centenares de personas, entre ellas decenas de extranjeros, por delitos relacionados con el narcotráfico, según han denunciado Amnistía Internacional y otras organizaciones de Derechos Humanos.

Yong Vui Kong, un ciudadano malasio condenado a muerte en 2009, se ha librado este jueves de la horca después de que un juez considerara que el reo había actuado como un simple vendedor de drogas y no había participado en el suministro ni en la distribución de narcóticos.

Aparte, la Fiscalía General de Singapur informó el pasado mes de septiembre de que el fiscal general estaba dispuesto a declarar que Yong había colaborado con las autoridades en "la represión del tráfico de drogas dentro y fuera de Singapur". Yong fue detenido en 2007 en Singapur cuando solo tenía 19 años de edad y fue acusado de traficar con 47,27 gramos de heroína.

Singapur tiene algunas de las leyes contra las drogas más duras del mundo y en los formularios de sus aduanas se advierte a los viajeros, muy claramente y sin ambigüedades, de que el narcotráfico se castiga con "la muerte".

El indulto a Yong ha sido posible gracias a las modificaciones introducidas a finales del año pasado en las leyes contra las drogas, que permiten a los jueces decretar la cadena perpetua y los latigazos a los traficantes que colaboren con las autoridades en la lucha contra el narcotráfico.

Singapur también ha modificado sus leyes relativas a la imposición de la pena de muerte en los casos de homicidio, de forma que los jueces podrán decretar la cadena perpetua y los latigazos dependiendo del grado del crimen. En lo que va de año han sido conmutadas cinco condenas a muerte por homicidio.

No obstante, el viceprimer ministro, Teo Chee Hean, advirtió en 2012 de que la pena de muerte no va a desaparecer en el país. "En particular, la pena de muerte seguirá aplicándose a quienes participen en la fabricación y comercio de drogas, ya sean 'capos', productores, distribuidores o minoristas, y a quienes financien, organicen o fomenten estas actividades", declaró ante el Parlamento.

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