MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada cuatro hogares españoles estará formado por sólo una persona en 2011 de mantenerse la actual tendencia de "fragmentación social", según las conclusiones de un estudio realizado por el Instituto de Política Familiar (IPF) a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
A juicio de esta entidad, los datos ponen de manifiesto que la actual la estructura de la sociedad "sufre actualmente una evolución que provoca el aumento de la fragilidad y fragmentación social, previendo importantes problemas futuros", debido a que entre 1991 y 2001 el 56 por ciento de los hogares nuevos fueron 'solitarios' (formados por una sola persona), que aumentaron un 82 por ciento. Actualidad uno de cada cinco hogares españoles son solitarios.
En concreto, los datos analizados por el IPF muestran que entre 1991 y 2001 ha disminuido en un tres por ciento los hogares de familias con hijos (pasaron de 6.343.261 a 6.155.066), mientras que los de familias sin hijos aumentaron un 24 por ciento (pasaron de 2.234.773 a 2.762.486).
En este sentido, se produjo un crecimiento del 45 por ciento de los hogares de familias monoparentales, que pasaron de 961.465 a 1.396.833 así como de los hogares multipersonales o multifamiliares.
En los últimos 10 años el tamaño de los hogares ha descendido un 12 por ciento, pasando de 3,26 a 2,86 personas por hogar. Aunque todavía España se encuentra entre los países europeos con mayor tamaño de hogar, la evolución muestra que se acerca hacia la situación de los países como Alemania o Dinamarca que cuentan sólo con poco más de 2 personas por hogar.
En consecuencia, en 2011 podría haber más de un 25 por ciento de hogares solitarios en España, frente a menos de un 40 por ciento de hogares con familias con hijos. El número de hogares de familias sin hijos y familias monoparentales superarían el 30 por ciento, acercándose al número de hogares de familias con hijos.
El vicepresidente del Instituto de Política Familiar, Mariano Martínez-Aedo, afirmó que "la tenencia que muestra la evolución de los hogares en España, auguran grandes carencias en nuestro futuro, ya que están provocando una sociedad cada vez más individualista, donde la fragmentación social aísla a las personas y fragiliza el tejido social".
Por el momento, el fenómeno de la inmigración masiva de los últimos años contribuirá a suavizar esta evolución prevista en los próximos años, pero sólo de manera transitoria, al establecerse e irse acercando a las tendencias nacionales.
Martínez-Aedo afirmó que "esta evolución responde no sólo a cambios culturales, económicos y sociales sino a una profunda dejación en la política social y familiar, que no está cumpliendo sus objetivos".
"Es necesaria una vigorosa reacción social y política que adopte medidas importantes y duraderas que apoyen realmente a las familias españolas a cumplir sus funciones, en lugar de dejar que se enfrenten indefensas y sin ayudas a las enormes dificultades existentes en nuestra sociedad para desarrollar sus funciones. Como demuestran los datos, es necesario un cambio de rumbo para evitar las graves consecuencias que ya empezamos a sufrir", dijo.
NECESIDAD DE UNA LEY DE FAMILIA.
Ante estos datos, el Instituto de Política Familiar propone algunas medidas para paliar esta situación. Así, consideran necesaria la elaboración de una Ley de Familia que asegure la 'perspectiva de familia' como eje de la actuación de las Administraciones Públicas, y que asegure la elaboración de planes plurianuales de apoyo a la familia, así como la creación de un Ministerio de Familia, que asegure el desarrollo y ejecución de dicha política familiar.
Por otro lado, apuesta por el desarrollo de forma eficaz, y con una auténtica participación de la sociedad, del Observatorio de la Familia, creado en la Ley de Familias Numerosas de 2003. Unido a esto, unen las autonomías, evitando discriminaciones entre las familias que vivan en distintas comunidades.
También consideran fundamental el incremento de la dotación de la Política Familiar, llegando al 1 por ciento del PIB para el año 2008 y alcanzando el 2,2 por ciento en la próxima legislatura (antes del 2012) y asegurar por ley la actualización de todas las ayudas que afecten a la familia. Por último, defienden el apoyo social y público a la familia mediante campañas y su protección en los medios de comunicación.
