Actualizado 04/09/2007 21:28

Clima.- Medio Ambiente confía en que de COP 8 salga el plan de la década contra la desertificación y más fondos


MADRID, 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director general para la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, José Luis Herranz, se mostró hoy optimista ante la posibilidad de que en la VIII Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, que se desarrollará en Madrid hasta el 14 de septiembre, los cerca de 200 países logren aprobar la próxima semana el plan estratégico que marcará las actuaciones de la convención durante los próximos 10 años y el "progresivo" aumento de las donaciones, ya que asegura existe "voluntad política de la mayoría de los países, sobre todo España".

En una rueda de prensa a la que asistió también la subdirectora de Política Forestal y Desertización, María Jesús Rodríguez de Sancho, el responsable de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente reconoció que por ahora, se están realizando los primeros contactos entre delegaciones de distintos países, mientras que los expertos del Comité de Ciencia y Tecnología estudian las situaciones socioeconómicas que causa la desertificación y la variedad de propuestas para mitigar el proceso que surgen de los países, entre ellas planes belgas para aprovechar "recursos en déficit" como el agua, iniciativas para facilitar su potabilización en países pobres o proyectos de reforestación del desierto llegados desde Israel.

Asimismo, los científicos estudian cómo potenciar el uso de energías renovables, como la eólica o la solar, "que no contaminen ni incidan en el cambio climático", indicó Herranz, que asegura haber visto en los participantes de la COP 8 "una actitud constructiva" que dice puede llegar a "desbloquear" las discrepancias que siempre existen al tratarse de tantos países. "Todos somos conscientes de que hay que ceder" para lograr el acuerdo y de que si el texto original del plan se corrige "no tiene que ser peor", afirmó.

Considera que de esta reunión también deberían salir claros los indicadores a emplear en el futuro para medir los avances en materia de desertificación, un tema en el que se ha trabajado durante 10 años. Asimismo, insistió en que en el futuro plan estratégico tienen que fijarse nuevos objetivos en la lucha contra la desertificación, una lacra que afecta en el mundo a unos 1.000 millones de personas, de las que casi la mitad viven en países africanos, y que tiene al 30% del territorio español en peligro de convertirse en desierto.