Actualizado 31/05/2010 14:33

La crisis culpable de la menor llegada de inmigrantes

MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

El Banco de España señala en su boletín económico de mayo que la actual reducción de las entradas de inmigrantes se encuentra asociada "en gran medida" a la recesión económica, por lo que "podría esperarse" una cierta recuperación en el flujo migratorio de entrada a España a medida que mejoren las condiciones económicas.

Desde mediados de los 90, coincidiendo con un periodo de fuerte expansión económica, los flujos de inmigrantes llegados a España fueron muy elevados, superando las 600.000 personas anuales entre 2006 y 2008. Sin embargo, el Banco de España apunta que en los últimos trimestres se ha observado una moderación "muy acusada" de los flujos de entrada de inmigrantes en un contexto de fuerte deterioro de la actividad económica.

En concreto, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), los flujos mensuales de entradas de inmigrantes se han reducido desde cerca de 75.000 personas a finales de 2007 hasta poco más de 35.000 a principios de este año.

El Banco de España ha realizado un ejercicio empírico para conocer qué factores se encuentran tras las decisiones de migración y ha comprobado que la situación económica del país de destino resulta "muy relevante". De hecho, por cada punto porcentual adicional de crecimiento económico en el país de acogida, la inmigración recibida por dicho país aumenta más de un 10%.

El banco central efectúa además otra simulación que muestra que si el crecimiento económico español se hubiera situado en la media de los países europeos miembros de la OCDE entre 1998 y 2004, la entrada de inmigrantes habría sido un 14% inferior, con 461.000 extranjeros menos.

REDES PREVIAS DE INMIGRACIÓN EN PAÍSES DESTINO.

Además de los factores económicos, otra motivación para emigrar es la existencia de redes previas de inmigración en el país de destino, ya sean de su misma nacionalidad o de otras.

No obstante, la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez precisa que este factor puede llegar a volverse negativo cuando el peso de la población extranjera es lo suficientemente elevado, "lo que sugiere la existencia de elementos de saturación". En el caso español, sus estimaciones indican que el impacto de la presencia de inmigrantes ya establecidos en el país se mantiene todavía positivo.

Aunque en el caso de las entradas de inmigrantes está muy clara la influencia del PIB en las decisiones de migración, en el caso de las salidas la relación "parece reducida". Según el Banco de España, las estimaciones muestran que las salidas de España son "cuantiosas", pudiendo alcanzar una tasa de salida cercana al 30% para los no comunitarios y para los inmigrantes no permanentes.

Pese a apreciarse una cierta heterogeneidad por países de origen, son mayores las salidas de inmigrantes de países con mayor PIB per cápita. En todo caso, para el Banco de España, el determinante fundamental de las salidas a corto plazo sería el dinamismo de las entradas de inmigrantes, "por lo que cabe esperar una moderación asociada a los menores flujos de inmigrantes recibidos en los últimos trimestres".