Actualizado 20/04/2010 13:53

Cruz Roja ve una "una oportunidad histórica" para poner fin a las armas nucleares

ep

El presidente del CICR advierte de que "el mundo aún no está preparado" para atender a las víctimas de un ataque nuclear


MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jakob Kellenberger, afirmó este martes que los Estados tienen una "oportunidad histórica de poner fin a la era de las armas nucleares" y advirtió de que, 65 años después de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, "el mundo aún no está preparado para prestar ayuda a las posibles víctimas de un ataque nuclear".

En una declaración pronunciada ante el cuerpo diplomático acreditado en Ginebra, el presidente del CICR, Jakob Kellenberger, destacó que tanto la reciente resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en favor de "un mundo sin armas nucleares" como el reconocimiento por parte de los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Dimitri Medvedev, de las responsabilidades de ambos países en la reducción de las armas nucleares, "constituyen una oportunidad sin precedentes para reducir, y posteriormente eliminar, la amenaza que representan estas armas".

Asimismo, Kellenberger subrayó "la importancia que reviste la Conferencia de las Partes encargada del examen del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares", que se celebrará el próximo mes de mayo y aseguró que el CICR apoya los esfuerzos para la negociación de un acuerdo internacional a fin de eliminar las armas nucleares.

"La prevención del uso de armas nucleares exige el cumplimiento de las obligaciones vigentes de celebrar negociaciones con objeto de prohibir y eliminar por completo esas armas, mediante un tratado internacional de carácter jurídicamente vinculante", afirmó. Asimismo, "implica también impedir su proliferación y controlar el acceso a los materiales y la tecnología que puedan utilizarse para su producción", añadió.

SIN CAPACIDAD DE RESPUESTA

El presidente del CICR precisó que la posición del Comité se basa en su comprensión del sufrimiento que ocasiona la guerra y destacó al respecto el testimonio del doctor Marcel Junod, delegado del CICR, quien fue el primer médico extranjero que prestó ayuda a las víctimas del bombardeo atómico de Hiroshima en 1945.

"El centro de la ciudad era como una mancha blanca, lisa como la palma de una mano. No quedaba nada", escribió el doctor Junod, tras su visita a Hiroshima, efectuada el 8 de septiembre de 1945. Testigos de lo sucedido le contaron que pocos segundos después de la explosión "miles de seres humanos murieron como moscas en las calles y en los jardines del centro de la ciudad, golpeada por una ola de calor agudo. Otros se retorcían como gusanos, con quemaduras atroces".

Según el presidente del CICR, el número de muertes en Hiroshima y Nagasaki se duplicó o triplicó en los cinco años siguientes a las explosiones y, 65 años después, el mundo aún no está preparado para prestar ayuda a las posibles víctimas de un ataque nuclear.

"Recientemente, el CICR concluyó un exhaustivo análisis de su capacidad, y la de otras organizaciones internacionales, para llevar ayuda a las víctimas del empleo de armas nucleares, radiológicas, químicas o biológicas", explicó.

"Pese a existir cierta capacidad de respuesta en algunos países, a escala internacional esa capacidad es escasa y no hay un plan realista y coordinado. Se puede afirmar casi con certeza que las imágenes que se vieron en Hiroshima y Nagasaki serían las mismas en caso de una futura utilización de armas nucleares", advirtió.

DERECHO INTERNACIONAL

Con respecto al Derecho Internacional Humanitario, Kellenberger recordó que, ya en 1950, el CICR había expresado su alarma a los Estados Partes en los Convenios de Ginebra por la capacidad de destrucción total asociada a las armas nucleares, que "pondría en grave riesgo cualquier intento para proteger a los no combatientes por medio de textos jurídicos".

"Es difícil para el CICR encontrar una situación en la que la utilización de armas nucleares pueda ser compatible con las normas del Derecho Internacional Humanitario", añadió.