Actualizado 05/07/2013 13:52

Cuatro millones de sirios no están en condiciones de alimentarse por sí mismos debido a la guerra, según la ONU

MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de cuatro millones de sirios no están en condiciones de cubrir por sí mismos sus necesidades alimentarias a causa del conflicto armado interno, una situación que podría volverse "gravemente peligrosa" en los próximos doce meses si no se pone fin a la guerra, según revela un informe conjunto del Programa Mundial de Alimentos (PAM) y de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El descenso de la producción de alimentos y el constante alza de los precios complican sobremanera las posibilidades de las familias para encontrar alimentos, según el informe de las dos agencias de Naciones Unidas, hecho público este viernes. En estas condiciones, alrededor de cuatro millones de personas en todo el país no están en condiciones de comprar ni de producir sus propios alimentos.

"Con tantos factores adversos acumulados contra los sectores del cereal y la ganadería, y asumiendo que la actual crisis seguirá sin resolverse, la producción nacional a lo largo de los próximos doce meses está gravemente en peligro", indica el documento.

El informe es el resultado de una misión de evaluación llevado a cabo en Siria entre mayo y junio de este año, en la que los delegados de ambas agencias de la ONU han podido comprobar que factores como el desplazamiento masivo de población, el deterioro de la producción agrícola, el desempleo, las sanciones económicas, la depreciación de la moneda y el alto precio de los alimentos y del combustible han "perjudicado a la capacidad de las familias para cubrir sus propias necesidades alimentarias".

PRECIOS Y PRODUCCIÓN

En numerosas regiones del país, el precio de la harina de trigo aumentó a más del doble entre 2011 y 2013, lo que ha obligado al PAM a distribuir harina dentro de sus raciones mensuales de alimentos.

Aparte, los daños causados por la guerra a las granjas y a la maquinaria agrícola, junto con la amenaza de la violencia y los altos costes de las materias primas, han perjudicado a la producción agraria en todo el país. Entre los millones de personas desplazadas por el conflicto hay numerosos agricultores cuyos cultivos probablemente han quedado sin cosechar, según el informe.

En estas circunstancias, tanto los molinos como las panaderías operan muy por debajo de su capacidad. Aparte, las sanciones han agravado la situación y han causado escasez de materias primas, combustible y piezas de recambio.