Actualizado 24/09/2009 15:08

Un curso enseña a los aspirantes a profesor a afrontar los conflictos en el aula ante el aumento de casos de acoso

VALENCIA, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) organiza un seminario para enseñar a opositores a plazas de profesor y maestro cómo afrontar conflictos en los centros docentes. En las sesiones, que concluyen hoy y a las que asisten 50 opositores, José Manuel Gutiérrez, profesor y auditor de calidad educativa, ha advertido del aumento de casos de acoso o 'bullying' en los últimos años y ha abordado sistemas de resolución, informaron hoy fuentes de la entidad en un comunicado.

Este ciclo, denominado 'Resolución de conflictos y prevención de la violencia escolar', destaca la pérdida de la autoridad del profesor como uno de los factores para que estas actitudes nocivas imperen en las aulas. Para evitarlo el tutor debe demostrar una gran inteligencia emocional que desarrolle habilidades como la asertividad, la empatía, la escucha activa a los alumnos, y una constante observación de la realidad de la clase y del niño, explicaron las mismas fuentes.

Gutiérrez señaló que el profesor debe ser capaz de detectar el acoso escolar. Para ello tiene que fijarse en indicadores como el aislamiento en el patio, la dificultad para hablar en público, los bajos resultados en actividades deportivas o la escasa integración en trabajos de grupo, la tendencia a permanecer cerca de adultos o en acciones como ser el primero que llega al aula y el último que la abandona.

Cuando detecta el problema ha de atajarlo desde el primer momento. En el seminario, celebrado en la sede del sindicato, se ha destacado la importancia de la recogida de evidencias por escrito, el contraste de datos para saber si son ciertos e informar a continuación al encargado de disciplina del centro para que aplique la normativa vigente y las sanciones oportunas. José Manuel Gutiérrez incidió en la recopilación, por escrito, de todas las actitudes que demuestren ese acoso.

Una vez detectado el problema, el mediador --que puede ser un alumno de un curso superior o el propio profesor-- reúne al agresor y agredido para crear una empatía entre ellos y hacer que el primero se mire en el espejo del segundo. Cuando se escapa de sus posibilidades, interviene el departamento de orientación. Los casos graves de denuncias de acoso ya pasan a otras instancias.

Esa entrevista el mediador ha de afrontarla con una actitud positiva para evitar que de sus palabras o actos se desprenda que pretende mandar o dirigir, amenazar, sermonear, dar lecciones, aconsejar, consolar, desaprobar actitudes, consolar, insultar, ironizar.