Actualizado 26/02/2015 14:39

Depresión, ansiedad y estrés postraumático, principales consecuencias en salud de víctimas de la trata de personas


MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

Más del 61,2 por ciento de las personas que han sido víctimas de la trata de seres humanos sufren depresión; el 42,8 por ciento ha sufrido ansiedad y un 38,9 por ciento se ha visto afectados por un trastorno de estrés postraumático, según publica el primer estudio que aborda las consecuencias en la salud de la trata, publicado recientemente en 'The Lancet Global Health'.

Aunque se pudiera pensar que las principales consecuencias para su salud son físicas, lo cierto es que solo el 22 por ciento de los encuestados habían sufrido una lesión grave en el trabajo, tales como cortes profundos, lesiones en el cuello o espalda, lesiones en los ojos o incluso perder una extremidad; y, de ellos, únicamente el 28 informó haber recibido atención médica por la lesión.

El informe, que ha sido promovido por Anesvad y ha contado con la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y London School of Hygiene & Tropical Medicine, muestra que en el caso de la atención médica por problemas físicos, el mayor número de asistencias sanitarias de debieron a dolores de cabeza, mareos y dolor de espalda.

Uno de los datos más dramáticos del estudio es el que muestra que el 5,2 por ciento había intentado suicidarse en el último mes; hay que tener en cuenta que el estudio destaca el abuso físico y psicológico frecuente, así como las duras condiciones de trabajo de las víctimas en sectores como la agricultura, fábricas o la pesca.

En sus conclusiones muestra que hasta un 48 por ciento han sufrido violencia física o de violencia sexual, o ambas; y, al menos, un 35 por ciento de las mujeres y las niñas reportaron violencia sexual; el 47 por ciento fue amenazado y el 20 por ciento fueron encerrados en una habitación.

Según la profesora de Epidemiología en la London School of Hygiene & Tropical Medicine y autora principal del estudio, la doctora Ligia Beso, esta investigación es necesaria para "identificar formas eficaces de apoyo psicológico que se pueden implementar fácilmente en entornos de bajos recursos y en poblaciones multiculturales".

En todo el mundo se estima que más de 18 millones de personas --hombres, mujeres y niños-- son víctimas de la trata con fines de explotación laboral o sexual, en definitiva a trabajos forzosos. Un número que no deja de ser una previsión ya que se desconoce realmente cuánta gente se puede ver afectada a excesivas horas extraordinarias en el trabajo forzoso: con la libertad restringida, malas condiciones de vida, amenazas o violencia grave fueron más propensos a reportar problemas de salud mental.

El estudio, que ha contado con la participación directa de 1.015 supervivientes de la trata de diversos centros de atención de víctimas en Tailandia, Camboya y Vietnam, se presenta este viernes en Bangkok (Tailandia), donde diferentes expertos pretenden dar una radiografia con detalle las consecuencias sobre la salud en aquellas personas víctimas de la trata con fines de explotación laboral o sexual en esta región del planeta.

"Nuestros resultados ponen de relieve que los supervivientes de la trata en el sudeste asiático necesitan urgentemente el acceso a la atención de salud (de inicio en la Atención Primaria y luego especializada) para hacer frente a una serie de necesidades, y que el cuidado de la salud mental debe ser un componente esencial de este", afirma Beso.

NO HAY UN PERFIL ÚNICO DE VÍCTIMA

Entre los supervivientes de la trata encuestados se han encontrado altos niveles de abuso y daños graves asociados con la trata de seres humanos. Por primera vez, los resultados revelan problemas graves de salud física y mental que experimentan los hombres, mujeres y niños/as víctimas de trata que se ven abocados por mafias a trabajos forzosos y la explotación sexual en el sudeste asiático.

Investigadores de LSHMT y la OIM realizaron entrevistas cara a cara con 1.015 supervivientes de la trata en centros de acogida y reinserción social de Tailandia, Camboya y Vietnam. Siendo los principales sectores de explotación: la trata con un fin sexual (32%), la pesca (27%), y las fábricas (13%).

"Nuestro estudio muestra que no hay un perfil único de una víctima de trata. Hablamos con hombres, mujeres y niños de todas las edades, de diferentes países, y con una gama de experiencias de explotación distintas", afirma la doctora Cathy Zimmerman, autora del estudio de la LSHMT.

"Creemos que la amplia variedad de sectores laborales en los que se produce el abuso, muestra claramente la necesidad de una mayor regulación gubernamental en estos países, más normas de salud y seguridad estrictas, y las inspecciones periódicas de los sectores que son susceptibles a la trata de personas", añade Zimmerman.

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