Mohammadi Ashtiani
MAL LANGSDON / REUTERS

MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades iraníes han aplazado la ejecución de Sakineh Mohamadi Ashtiani, cuya muerte por ahorcamiento estaba prevista para este miércoles en la prisión de Tabriz (noroeste de Irán), pero la condena a muerte se mantiene y la amenaza "sigue siendo inminente", según informó el Comité Internacional contra la Lapidación.

La ONG, con sede en Alemania, aseguró este miércoles en su página de Internet que "las protestas internacionales han conseguido impedir la ejecución", pero el cumplimiento de la condena "sigue siendo inminente", por lo que pide "a la población que continúe con sus protestas, ejerciendo presión sobre los Gobiernos y sobre la República Islámica de Irán".

El Comité Internacional contra la Ejecución y el Comité Internacional contra la Lapidación informaron el pasado lunes de que las autoridades iraníes habían dado el visto bueno a la prisión de Tabriz para que se procediera este miércoles a su ejecución.

"FALSOS CARGOS"

En un comunicado, ambas organizaciones recordaron que previamente habían advertido de que el expediente sobre el asesinato del marido de Ashtiani había desaparecido de la oficina del fiscal y de la de su abogado, Houtan Kian, "con el fin de imputarle falsos cargos de asesinato".

"Sajjad Ghaderzadeh, el hijo de la señora Ashtiani, y Houtan Kian, su abogado, han alertado varias veces del plan del régimen", añaden. "Con la detención del hijo y el abogado de la señora Ashtiani el 10 de octubre y la supresión de los derechos de visita de ella desde el 11 de agosto y después de la construcción de una nueva acusación en su contra, la Comisión de Derechos Humanos del régimen ha anunciado que 'Dada la existencia de pruebas, su culpabilidad queda confirmada'", indican.

En opinión de las dos organizaciones, "el régimen ha creado un nuevo escenario para precipitar su ejecución", aunque no precisan cómo morirá Ashtiani, si en la horca o lapidada. Por ello, instan "a los organismos internacionales y a las personas de todo el mundo a luchar con todas sus fuerzas contra el asesinato de Sakineh Mohamad Ashtiani por parte del Estado".

Ashtiani, que tiene 43 años y dos hijos, fue condenada a muerte en la ciudad de Tabriz en dos juicios distintos celebrados en 2006. En 2007, un tribunal de apelación conmutó la primera condena, que establecía que debía ser ahorcada por su implicación en el asesinato de su marido, por diez años de cárcel.

Pero la segunda sentencia, que la condena a morir lapidada, era por haber cometido adulterio con varios hombres, entre ellos el hombre condenado por el asesinato de su marido, y ese mismo año fue confirmada por otro tribunal de apelación.

Desde el pasado julio, las autoridades iraníes han dicho varias veces que la condena de lapidación se mantenía, pese a las numerosas críticas de gobiernos y organizaciones pro Derechos Humanos. Sin embargo, el pasado 28 de septiembre el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní señaló que el proceso judicial no había terminado y que el veredicto final se anunciaría cuando acabase.

El Comité Internacional contra la Ejecución y el Comité Internacional contra la Lapidación concluyen su comunicado reclamando que Ashtiani, su hijo, su abogado y los dos periodistas alemanes que fueron detenidos este mes de octubre cuando intentaban entrevistar a Sajjad Ghaderzadeh sean liberados "inmediata e incondicionalmente".

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