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MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno se suma hoy a la jornada mundial y europea contra la pena de muerte, que se celebró por primera vez en 2003 como respuesta al llamamiento de la Coalición Mundial contra la pena capital que reúne a organizaciones no gubernamentales, asociaciones de abogados, sindicatos y gobiernos de todo el mundo.
Desde entonces, cada 10 de octubre se celebra el día mundial contra la pena de muerte, que desde 2007 es también día europeo, por decisión del Comité de Ministros del Consejo de Europa.
La pena de muerte es una "prioridad" de la política exterior de España en materia de derechos humanos, han asegurado en un comunicado conjunto los Ministerios de Justicia y de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
En los últimos años, la "firme" posición de España en contra de la pena de muerte se ha plasmado en la creación y apoyo posterior a la Comisión Internacional contra la pena de muerte y sobre todo, en la celebración en Madrid del V Congreso Mundial contra la pena de muerte en junio de 2013.
Este congreso supuso, en opinión del Ejecutivo, un "éxito sin precedentes" gracias, en parte, al apoyo económico, político y logístico de España como país anfitrión. En esa reunión se puso de manifiesto que si bien es verdad que dos tercios de los Estados del mundo caminan hacia la abolición definitiva, también es cierto que todavía existe un tercio de países retencionistas, donde en algunos casos al aplicar la pena de muerte violan las mínimas garantías reconocidas en el derecho internacional.
Por ello, este Congreso contra la pena de muerte fue una "pausa necesaria para reflexionar, crear redes y seguir diseñando estrategias para afrontar los retos que la pena de muerte plantea a la comunidad internacional, cada vez más convencida del carácter indigno, inhumano y degradante de esta pena", añade la nota.
España ha desempeñado un "papel destacado y reconocido" por otros Estados en la defensa de la abolición de la pena de muerte en foros internacionales como la Unión Europa, el Consejo de Europa, la OSCE y Naciones Unidas, continúa el Gobierno.
Así, España ha apoyado las campañas que cada dos años tienen lugar en Nueva York y en terceros países para lograr más votos en la resolución por una moratoria universal de la pena de muerte en la Asamblea General de Naciones Unidas.
