Niñas velo Pozuelo
EP

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

La familia de la joven de Pozuelo de Alarcón que fue apartada hace unas semanas de clase por acudir con la cabeza cubierta con el velo islámico emprenderá la semana que viene acciones legales y la estudiante, que ya está recuperada tras unos días con baja médica, volverá el lunes a clase con el 'hiyab'.

Así lo explicó a Europa Press el portavoz de la familia, Mohammed Said Alilech, quien señaló que el pasado viernes acudieron al IES Camilo José Cela para hablar con el director y aclarar la situación de la niña, que ha estado casi toda la semana sin acudir al centro porque, tras la polémica suscitada con su caso, sufrió una crisis de ansiedad y no acababa de recuperarse.

En concreto, van a recurrir la resolución de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid que el pasado jueves rechazó un recurso que presentó el padre de la alumna por el trato que había recibido la misma al aparecer con la cabeza cubierta. Asimismo, recurrirán el reglamento interno del centro y la decisión de su Consejo Escolar.

Este organismo educativo rechazó el pasado martes modificar las normas internas del IES, en concreto, el artículo que hacía referencia a la prohibición de gorras o de cualquier otro elemento que cubriera la cabeza, en donde se incluye el pañuelo islámico que usan algunas mujeres musulmanas.

Según señaló Alilech, en la reunión de ayer se pidió explicaciones al director por las medidas adoptadas por el centro en contra de la niña y se discutió el reglamento interno y el régimen disciplinario del mismo, que, a juicio de la familia, "va en contra de la Constitución".

De hecho, señaló que en dicho reglamento hay artículos que no se cumplieron en el caso de la joven, como el 15, sobre los derechos del alumno. En su opinión, no se aplicaron los puntos que hacen referencia a "que se respeten la identidad, integridad y dignidad personales" del estudiante o a que "su dedicación, esfuerzo y rendimiento sean valorados y reconocidos con objetividad".

Asimismo, la familia considera que tampoco se tuvieron en cuenta con ella otros derechos como el de recibir orientación educativa y profesional, el que se respete "su libertad de conciencia, sus convicciones religiosas y sus convicciones morales, de acuerdo con la Constitución", y el de la protección contra toda agresión física o moral.

También hacen referencia al artículo 40 de dicho reglamento que se refiere a la adopción de sanciones disciplinarias y de medidas provisionales. A su juicio, no se han aplicado puntos como que se deberá tener en cuenta, "con carácter prioritario, los derechos de la mayoría de los miembros de la comunidad educativa y los de las víctimas de actos antisociales, de agresiones o de acoso".

Tampoco el que se refiere a que no se podrá privar a ningún alumno de su derecho a la educación obligatoria y no se podrán imponer correcciones contrarias a la integridad física y la dignidad personal el alumno.

"Vamos a seguir por la vía judicial porque nos parecen injustas todas estas medidas", añadió el portavoz, quien señaló que todas las decisiones que se están tomando al respecto les parecen "discutibles" y su propio abogado les ha dicho que son "perfectamente recurribles".

LA NIÑA SEGUIRÁ EN EL CENTRO

Por otra parte, la familia, en el encuentro de ayer, dejó claro "la inviabilidad" del cambio de la niña a otro centro escolar por la cercanía del fin de curso (este año tendría que obtener el título de 4º de la ESO) y que, por ello, van a "agotar" todas las vías administrativas y jurídicas.

Ahora la joven ya se encuentra "bastante bien" y está "más tranquila" después de que a principios de semana, todo el revuelo levantado alrededor de su caso la provocara una crisis de ansiedad, y, según su propio padre, estuviera a punto de entrar en una "profunda depresión".

Por ello, el lunes volverá a las actividades escolares y acudirá, junto con sus compañeros, a una excursión ya programada. Este día no habrá problema por que la joven vaya con el 'hiyab' porque estará fuera de las instalaciones del centro. Sin embargo, la polémica puede volver el martes, cuando regrese al centro para entrar a clase.

La normativa del centro sigue estableciendo que no se puede entrar en el aula con esa vestimenta en la cabeza. La joven empezó a llevarlo en el mes de febrero, y, por ello, se pasó unos 20 días apartada de sus compañeros.