Actualizado 01/02/2010 16:42

El fracaso escolar en 4º de la ESO alcanza al 30 por ciento de los alumnos, según CC.OO.

MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

El fracaso escolar en 4º de la ESO alcanza al 30 por ciento de los alumnos que estudian este último curso obligatorio en la Comunidad de Madrid, según denunció hoy el secretario general de CC.OO. de Madrid, Javier López, que hizo un repaso por los últimos diez años en la educación madrileña, coincidiendo con el decenio transcurrido tras los traspasos de competencias educativas.

"Es intolerable que Madrid siga soportando tasas del fracaso escolar en torno al 30 por ciento", indicó López, quien señaló que este dato significa que "uno de cada tres alumnos en esta región no tiene acceso al derecho constitucional de la educación, que tiene que cubrir en sus niveles obligatorios a todos los alumnos". "Si hay fracaso escolar quiere decir que se está fracasando en este derecho", añadió.

En la rueda de prensa donde el sindicato presentó el último informe en esta materia, el secretario general de la Federación Regional de Enseñanza, Paco García, también alertó sobre los datos del abandono educativo temprano, que en 1997 afectaba en Madrid al 21 por ciento de los alumnos y en el 2007, al 24,9 por ciento de los estudiantes.

"La consecuencia de las políticas de abandono de educación es que los resultados escolares empeoran respecto a los propios resultados escolares que la Comunidad de Madrid tenía en el año 2000 y se sitúan en ocasiones por debajo de la media española", apuntó, al tiempo que señaló que en el caso de 6º de Primaria la tasa de alumnos que promocionan es de 93,5 por ciento, medio punto por debajo de la media española y un punto menos respecto a 2000 (94,5 por ciento).

Con 4º de la ESO, la promoción en este curso es del 79,5 por ciento (en la red pública baja hasta el 71,2 por ciento), lo que significa que sólo se sitúa seos décimas por encima de la media española "pero por detrás de comunidades autónomas como País Vasco, Navarra, Asturias, La Rioja, Cantabria, Aragón, Ceuta o Melilla". En concreto, en el puesto once de diecinueve.

Por direcciones de áreas territoriales también son notables las diferencias en cuanto a los resultados escolares entre la zona oeste y la norte y la este-sur, que superan los doce puntos porcentuales. Así, el fracaso escolar en 4º de la ESO en la zona oeste es del 15,4 por ciento mientras que en el Corredor del Henares es del 27,5 por ciento.

Asimismo, para el sindicato el fracaso escolar también se refleja en otros indicadores como las tasas de escolarización: los niños de 3 años y los jóvenes de 15, 16 y 17 años han pasado de estar escolarizados por encima de la media española a estar por debajo.

Así, el promedio de años de escolarización ha pasado de 15,4 años, en el 2000-2001 a 14,9 años en el 2007-2008, un descenso de 0,5 puntos, cuando la media estatal sólo baja 0,1 puntos.

Esta evolución tiene relación con el descenso en tres décimas del porcentaje del alumnado escolarizado en Enseñanza Pública ni universitaria, frente al mantenimiento de ese porcentaje en la media española (54,2 por ciento en el curso 2000-2001 y el 53,6 por ciento en el pasado 2007-2008).

También afecta a las tasas de idoneidad (alumnos que están en el curso que les corresponde porque no han repetido): el porcentaje de alumnado que realiza el curso correspondiente a su edad empeora en todas las edades (8, 10, 12, 14 y 15 años), con una evolución más negativa que la del conjunto de España.

SITUACIÓN "PREOCUPANTE".

A juicio de García, estos datos reflejan que en la Comunidad de Madrid hay "menos y peor educación" por un sistema educativo "que empeora respecto a sí mismo y respecto a la media española, lo que provoca una situación "enormemente preocupante", sobre todo si se piensa que la educación es un "instrumento" para salir de la crisis o para el cambio modelo productivo. "Si Madrid no cambia de rumbo tendrá una quiebra en su capital humano, que nos dificultará ser competitivos en el futuro", añadió.

Para el sindicato, hace falta "un gran compromiso social y político" por la educación madrileña y que los agentes sociales, las asociaciones educativas, los grupos políticos y, sobre todo, el Gobierno regional, ponga en marcha "un gran acuerdo". Y es que, en su opinión, si en el Estado se está abordando, en Madrid debería hacerse lo mismo: "lo que es bueno para España debería ser bueno para la Comunidad", apostilló.

Según García, en Madrid se han vivido dos etapas desde el traspaso de competencias, una con Alberto Ruiz-Gallardón como presidente autonómico, en la que fue "posible" llegar a un acuerdo educativo en 1999, "que suponía un incremento de recursos a disposición del sistema educativo" y un acuerdo con plan de compensación educativa para que todos pudieran mejorar su resultado.

En la segunda etapa, a partir de 2003 con Esperanza Aguirre a la cabeza, todo esto "se ha revertido" y se ha disminuido "el gasto educativo, se han abandonado las políticas de compensación, se ha pensado que la solución era privatizar y se ha abandonado la educación de todos y de los demás favorecidos", apuntó.

Para el secretario de CC.OO. de Madrid, por su parte, hay que acabar con el fracaso escolar en Madrid, y este pacto educativo por el que abogan pasa "por fortalecer la educación infantil" pues, según señaló, las familias no pueden verse sometidas "a esa tensión permanente de mujer y hombre trabajando y no sabiendo qué hacer con sus hijos".

En su opinión, hay que conseguir que desde edad temprana se pueda acceder a una educación infantil "de calidad, pública, y a precios razonables". También señaló que hay que hacer un esfuerzo y permitir el acceso a las nuevas tecnologías en los centros, y afrontar los retos de los colectivos más necesitados. "No todos accedemos a la escuela en las mismas condiciones y se tiene que compensar", apostilló.

Y todo ello, concluyó, hay que acordarlo con el profesorado. "No se trata de una ley para que el profesor tenga más autoridad, no se trata de darle porra o pistola sino prestigio y reconocimiento social y público", indicó López, quien manifestó que esta autoridad debe estar emanada de la función social que tienen.