Actualizado 08/11/2010 17:07

El Gobierno de Canarias defiende en Valencia su sistema de protección de menores extranjeros no acompañados

Desde que llegaran los primeros inmigrantes a las costas canarias en el año 1994, han arribado más de 90.000 personas, entre ellas 6.000 menores de edad


SANTA CRUZ DE TENERIFE, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, ha participado este lunes en las II Jornadas MINA, organizadas por la Universidad Politécnica de Valencia, que tienen como objetivo analizar y comparar los sistemas de protección e integración de menores extranjeros no acompañados de las diversas Comunidades Autónomas.

Rojas comenzó su intervención haciendo un recorrido histórico sobre el fenómeno de la inmigración infantil en el archipiélago y explicó las diferentes iniciativas que el Gobierno canario ha ido desarrollando con el fin de dar a conocer la situación de los niños procedentes de África tanto en España como en Europa.

En este sentido, recordó que la llegada de personas inmigrantes "en busca de un futuro que su país no les puede ofrecer" forma parte de la historia de Canarias. De hecho, incidió en que durante años el archipiélago "ha sido testigo de la llegada casi a diario de cayucos y pateras con decenas de pasajeros a bordo, muchos de ellos niños, algunos de apenas 7-9 años, y todos con el rostro cansado, deshidratados, y algunos en muy malas condiciones, incluso en estado de gravedad o falleciendo tras días de agonía".

Es más, desde que llegaran los primeros inmigrantes a las costas canarias en el año 1994, han arribado más de 90.000 personas, entre ellas 6.000 menores de edad.

"Sin duda, la cara más dramática del fenómeno de la inmigración ha sido la llegada de menores, niños que se suben a bordo de pateras y cayucos, solos, sin el apoyo y compañía de sus familias, jugándose la vida para alcanzar el 'dorado' europeo. África se desangra, perdiendo a sus principales valores, sus jóvenes y niños, su futuro, en el mar", aseguró Rojas.

CRISIS DEL VERANO DE 2006

En Canarias, la situación de la inmigración infantil se hizo más crítica en el verano de 2006, cuando en apenas tres meses, de julio a octubre, la Comunidad pasó de acoger 300 chicos a más de 800.

"En tres años, del 2006 al 2009, el número de menores extranjeros en centros del archipiélago se ha multiplicado por siete, pasando de más de 200 en 2005 a los 1.500 alcanzados en marzo de 2009. En lo que llevamos de 2010, han llegado 52 menores a nuestras costas, una tendencia que, tal y como estamos siendo testigos en las últimas semanas, empieza a repuntar después de meses sin llegar una barquilla", manifestó la responsable canaria.

En este sentido, la consejera de Bienestar Social explicó que la llegada continuada de menores extranjeros a las costas canarias en julio de 2006 supuso "un antes y un después" en las políticas de atención de menores extranjeros no acompañados en Canarias. "Y es que en tan sólo dos meses se duplicó el número de niños africanos acogidos en centros, llegando a superar en algunos momentos los 1.500 niños", resaltó.

Según indicó Rojas, "ante esta situación, el Gobierno canario actuó de forma corresponsable y puso en marcha diversos Dispositivos de Emergencia de Atención para Menores Extranjeros No Acompañados (Deamenac), gestionados directamente por el Gobierno autonómico para la atención de estos chicos"

Pero, además, el Gobierno canario inició una serie de contactos con diversas instituciones y entidades con el fin de dar a conocer la situación de estos niños africanos y estableció una serie de contactos, de forma directa, con diferentes entidades sin ánimo de lucro ubicadas en distintas comunidades autónomas del territorio peninsular, con el fin de ir derivando a los niños que van llegando a las costas canarias en pateras o cayucos, manteniendo la tutela de estos chicos y asumiendo el coste del mantenimiento de estos centros de forma solitaria, relató la consejera.

Siguiendo esta fórmula, el Gobierno canario cuenta en estos momentos en los centros ubicados en la Península con un total de 190 niños ubicados en pisos situados en las comunidades de Extremadura, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, entre otras. "Estos chicos están bajo la tutela del Gobierno canario y su mantenimiento corre a cargo de Canarias", explicó.

CANARIAS, LA VOZ DE LOS NIÑOS AFRICANOS EN EUROPA

Por otro lado, continuó Rojas, Canarias inició una serie de contactos con el Estado y con Europa, "porque el archipiélago es la frontera sur del continente europeo y la situación de estos niños debe de ser abordado desde todos los frentes".

En este punto, Rojas recordó que la visita que hiciera en junio de 2009 el comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Jacques Barrot, al dispositivo de emergencia para la atención de menores extranjeros de Arinaga, para conocer en persona la situación de estos niños y el sistema de protección que se estaba llevando a cabo con ellos, supuso un punto de inflexión y provocó que, a partir de este momento, Europa diera el paso e incluyera la situación de los menores extranjeros no acompañados en la agenda de Estocolmo.

"De hecho, --continuó-- el acuerdo de los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea sobre prevención, protección y retorno de los menores extranjeros no acompañados, además de solicitar a la Comisión la elaboración de plan de acción sobre menores extranjeros no acompañados, aboga por la necesidad de prestar especial atención a la inmigración infantil en el marco de la trata de seres humanos".

El Plan Acción de la Comisión sobre la aplicación del Programa de Estocolmo por parte del Consejo de Ministros de Justicia y Asuntos de Interior de Europa, celebrado en Luxemburgo el pasado mes de junio, "refleja todos los puntos que reivindicó Canarias con su Gobierno al frente, centrados en que este nuevo enfoque deberá reposar en la solidaridad y reparto de responsabilidades entre los Estados Miembros y con los países de origen y tránsito", aclaró Rojas.

Es decir, Europa reconoció un nuevo fenómeno migratorio, la inmigración infantil, a la que considera como tráfico de niños. "Estamos hablando de una definición importantísima porque sólo reconociendo este hecho, seremos capaces de buscar otras alternativas a la inmigración clandestina", manifestó.

Para Rojas, "la aprobación de este Plan, demuestra que era necesario afrontar con responsabilidad, seriedad y rigurosidad, no sólo desde España sino desde las instituciones europeas, la situación de estos niños que se han venido jugando la vida durante más de una década para lograr un futuro mejor para ellos y sus familias".

"Porque una cosa es cierta: la inmigración clandestina sólo existe en un mundo de dentros y fueras, en un mundo con fronteras. Nosotros los europeos estamos dentro, y los países del llamado tercer mundo, fuera. Mientras esto no cambie, los africanos seguirán buscando oportunidades de supervivencia a cualquier precio, porque no hay mayor precio que no hacer nada", concluyó.

DESCENSO EN VALENCIA

Entretanto, el total de menores extranjeros atendidos en el sistema de protección de la Comunitat Valenciana ha descendido de los 1.500 de 2008 a los 800 en la actualidad, de los que cerca del 50 por ciento son menores no acompañados, tal y como informó la consellera de Bienestar Social, Angélica Such, en la inauguración las Jornadas.

Así, en la Comunitat Valenciana existen 13 centros específicos con 131 plazas para la atención de estos menores aunque el debate es su integración en condiciones de igualdad con el resto de menores. En cualquier caso, Such ha apuntado que por determinadas condiciones, como idioma, cultura o costumbres, "estos menores requieren de un tratamiento específico". El resto de estos menores están integrados en los demás centros del sistema de protección.

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