Actualizado 07/09/2010 14:45

El Gobierno iraní pide a otros países que no conviertan el caso de Ashtiani en una cuestión de Derechos Humanos


TEHERÁN, 7 Sep. (Reuters/EP) -

El Gobierno iraní considera que otros países no deben entrometerse en el sistema legal de la República Islámica, según ha afirmado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, que les ha pedido que no conviertan el caso de Sakineh Mohamadi Ashtiani, condenada a morir lapidada por adulterio, en una cuestión de Derechos Humanos.

Según el portavoz, el caso de esta mujer de 43 años y madre de dos hijos que ha sido declarada culpable de mantener relaciones sexuales ilícitas y de estar implicada en el asesinato de su marido ha generado indignación internacional porque se ha dado información falsa al respecto.

"Desgraciadamente, están defendiendo a una persona juzgada por asesinato y adulterio, que son dos importantes crímenes cometidos por esta señorita, y no lo deberían convertir en una cuestión de Derechos Humanos", declaró Mehmanparast en una rueda de prensa.

"Si la liberación de todas las personas que han cometido un asesinato se va a ver como una cuestión de Derechos Humanos, entonces todos los países europeos deberían poner en libertad a todos los asesinos en sus países", sugirió.

Brasil ha ofrecido asilo a Ashtiani y el Vaticano ha condenado el "brutal castigo" que se le quiere imponer. Este martes, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha afirmado que la sentencia dictada es "brutal". "Condenamos estos actos, que no pueden estar justificados por ningún código moral o religioso", dijo ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.

REVISIÓN DE CONDENA POR ADULTERIO

Según la organización Amnistía Internacional (AI), Ashtiani fue condenada en 2006 por haber tenido una "relación ilícita" con dos hombres y recibió por ello 99 latigazos. Después fue declarada culpable de cometer "adulterio estando casada" y sentenciada a morir lapidada.

Mehmanparast detalló que la condena por adulterio está siendo revisada y que queda pendiente el veredicto por los cargos de asesinato y de ser cómplice de asesinato. Los medios de comunicación iraníes han sugerido que Ashtiani podría librarse de ser lapidada y a cambio podría ser ejecutada en la horca.

Su abogado, Mohamad Mostafaei, que huyó a Europa el pasado mes de julio para evitar que le detuvieran en su país, compareció este lunes en una rueda de prensa con el ministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, que lo describió como "un héroe de los Derechos Humanos". Reino Unido ha calificado de "castigo medieval" la lapidación e Italia ha pedido un "gesto de clemencia".

El mes pasado, un canal de televisión iraní difundió una entrevista con una mujer que aseguró que era Ashtiani, quien admitió haber mantenido una relación con un hombre que luego asesinó a su marido. Pero el Comité Internacional contra la Lapidación opina que aquel programa era "propaganda tóxica".

Según los datos de AI, Irán es el país que más ejecuciones llevó a cabo en 2008 (346), sólo por detrás de China. En la República Islámica, el asesinato, el adulterio, la violación, el robo a mano armada, la apostasía y el tráfico de drogas son crímenes que se pueden castigar con la pena capital.