Actualizado 23/08/2007 20:01

Greenpeace denuncia que "se ha batido el récord de maíz transgénico en España", entre 65.000 y 70.000 hectáreas

MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

La organización ecologista denunció hoy en un comunicado que "se ha batido el récord de maíz transgénico en España, al estimar que este año se han sembrado entre 65.000 y 70.000 hectáreas, la cifra más alta registrada en la última década.

Asimismo, critica que el Gobierno no ha hecho pública la superficie de transgénicos en España para la campaña 2007, cuando ya se ha iniciado. A pesar de ellos, según sus estimaciones, la cosecha de maíz trangénico este año supone entre un 18 y un 20 por ciento de la superficie nacional de maíz (el último avance del Ministerio de Agricultura es de 352 hectáreas de maíz en España para la presente campaña). "Esta cifra sería la más alta registrada en la década que se llevan cultivando transgénicos en España", añade.

Igualmente, asegura que el Ejecutivo reconoce que no dispone de un análisis de la situación a pesar de la obligación legal impuesta por la UE. En este sentido, le reprocha que las únicas cifras que maneja (y que no ha querido hacer públicas) son las ventas de semillas entregadas por las propias empresas del sector.

"Debemos evitar que la propaganda de las empresas del sector, apoyada por el propio Gobierno, nos haga olvidar los constantes episodios de contaminación de campos, los datos sobre los peligros para la salud y el medio ambiente y la falta de transparencia de un Gobierno que empezó afirmando que cambiarían las cosas, pero que ha reproducido fielmente a los largo de estas cuatro campañas la línea marcada por el gobierno anterior", señala el responsable de la campaña contra los trangénicos, Juan-Felipe Carrasco.

Así, recuerda que el pasado mes de mayo Greenpeace presentó un informe que ponía de manifiesto el peligro que supone el cultivo del maíz transgénico Mon 810 de la multinacional Monsanto, debido a la alta variabilidad del contenido de una toxina insecticida, denominada Bt, presente en este maíz, cultivado comercialmente en España a pesar de la elevada oposición pública.

APENAS EXISTEN ESTUDIOS.

En todo caso, la organización lamenta que apenas existan estudios sobre el impacto de las condiciones ambientales sobre las plantas transgénicas. "Esta ausencia de información produce la impresión de que las plantas modificadas genéticamente son estables y seguras. Sin embargo, tanto los estudios sobre el Mon 810 como la información aparecida sobre la toxicidad del Mon 863 o del NK 603 (otros maíces transgénicos de la misma empresa) arrojan nuevas incertidumbres y preocupaciones", advierte.

Paradójicamente, denuncia que el mismo Ministerio de Agricultura afirma en su web que "no existe ningún estudio científico que demuestre que estos alimentos sean perjudiciales para la salud".

Por ello, Greenpeace considera un "claro signo de irresponsabilidad" que el actual Gobierno siga autorizando nuevas variedades de este maíz cuando no se conoce el comportamiento de cada una de ellas. "El Gobierno debe cambiar drásticamente su política de transgénicos, paralizar las autorizaciones el cultivo de maíz Mon 810, así como toda liberación de transgénicos al medio ambiente y defender el derecho de los agricultores y de los consumidores en lugar de garantizar los ingresos del puñado de multinacionales cuyo único objetivo es ejercer su control sobre la agricultura", concluye.