Actualizado 04/04/2008 14:55

Harían falta 1.100 años y 30.000 millones de euros para erradicar los 167 millones de minas del mundo

MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

Harían falta 1.100 años y 30.000 millones de euros para erradicar los 167 millones de minas antipersona que se encuentran repartidas en 78 países del mundo, según denunciaron las ONG de la campaña 'Vidas Minadas' con motivo de la conmemoración este viernes del Día Internacional de Acción contra este tipo de armamento.

Según Manos Unidas, Intermón Oxfam y Médicos Sin Fronteras, las minas antipersona provocan cada año más de 15.000 nuevas víctimas, y sin embargo, once años después de la entrada en vigor del Tratado de Ottawa sobre su prohibición "cuarenta países", entre ellos Rusia, Estados Unidos y China "siguen negándose a firmarlo".

"El impacto de las minas es más profundo y devastador que los efectos de cualquier otro arma: no sólo cercenan miembros o vidas, también impiden el libre acceso de los campesinos a sus tierras, de las mujeres a los pozos de agua o de los niños al colegio", denuncian las organizaciones.

Aunque fabricar una mina sólo cuesta 3 euros, el proceso de desminado supone "un pozo sin fondo de gastos para los países más afectados" ya que localizar, desactivar y destruir cada mina cuesta más de 750 euros, y dado que la mayor parte de las mismas se encuentran en países con pocos recursos, "miles de personas pasan anualmente a formar parte de un impresionante ejército de mutilados".

LAS VÍCTIMAS

Colombia, Camboya, Afganistán, Angola, Bosnia e Irak son los países más afectados por las minas antipersona y donde viven los 300.000 supervivientes de las mismas, la mayor parte de los cuales sufre algún tipo de mutilación sin tener acceso a la asistencia necesaria para superar las secuelas físicas y morales.

Desde 1997, los 151 países firmantes del Tratado de Ottawa sólo han dedicado un 10 por ciento de la cantidad necesaria calculada por las organizaciones especializadas para financiar los programas de atención y rehabilitación de las víctimas, denuncian las ONG.

"Quienes han sufrido la pérdida de una o dos piernas a edades tempranas necesitarán cambiar de prótesis unas 25 veces durante su vida, con un coste económico de hasta 3.000 dólares por familia, imposible de asumir para la mayoría de afectados, que viven en países con rentas per cápita inferiores a los 40 euros al mes", señalan los promotores del proyecto Vidas Minadas.