Actualizado 30/04/2013 16:39

HRW pide a Irak que devuelva las licencias a los diez canales de televisión acusados de incitar a la violencia


MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Comisión reguladora de Comunicación y Prensa iraquí (CMC, por sus siglas en inglés) debería restaurar cuanto antes las licencias de los diez canales de televisión por satélite sancionados el pasado domingo tras considerar que incitaban a la violencia por la cobertura que habían hecho de los recientes enfrentamientos en Irak, según ha declarado este martes Human Rights Watch (HRW).

El director de la CMC, Mujahid Abu al Hail, ha declarado a HRW que la Comisión suspendió la licencia de los diez canales, entre los que se encuentra la cadena panárabe Al Yazira, tras concluir que el lenguaje sectario utilizado en sus emisiones había fomentado los "actos criminales de venganza mediante el ataque a las fuerzas de seguridad".

En concreto, la CMC criticó la cobertura que habían realizado estos canales de la ola de violencia que estalló en el país a raíz del asalto del Ejército contra un campamento en la localidad de Hawiya, cerca de Kirkuk, la pasada semana.

Sin embargo, un alto funcionario iraquí ha declarado a HRW que la decisión de retirar las licencias no puede apoyarse en ninguna ley del país, por lo que debe ser considerada como una resolución arbitraria. "No es posible establecer una conexión directa entre la programación de estos canales y las protestas en el país", ha asegurado.

SIN BASE LEGAL

"Las autoridades tienen que admitir que no existe ninguna base legal que sustente su decisión, por lo que más bien parece una medida tomada con el objetivo de silenciar los medios de la oposición", ha subrayado la directora de HRW para Oriente Próximo, Sarah Leah Whitson. "Es difícil creer las palabras del Gobierno si tenemos en cuenta que son las fuerzas de seguridad del Estado las que están atacando a los manifestantes", ha destacado la directora.

"Las autoridades no sólo tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de los ciudadanos, sino que también deben preservar la libertad de expresión y el acceso a la información en el país. La incapacidad de la Comisión para señalar ejemplos concretos de incitación a la violencia por parte de estos diez canales pone en cuestión todas sus decisiones", ha señalado Whitson.

"Si el Gobierno iraquí realmente quiere acabar con la violencia y el sectarismo, lo que debería hacer es reformar el sistema judicial del país, sancionar a las fuerzas de seguridad por los ataques contra los manifestantes y levantar el bloqueo a la celebración de elecciones en algunas regiones del país", ha concluido.

El pasado 19 de marzo, el Ejecutivo iraquí decidió aplazar durante seis meses las elecciones provinciales previstas para el 20 de abril en las gobernaciones de Anbar y Nínive, en el oeste del país, por motivos de seguridad.

"UN GOLPE PARA LA DEMOCRACIA"

La mayoría de los canales, entre los que se incluyen las cadenas nacionales Bagdad o Al Sharqiya, son pro suníes y normalmente críticos con el Gobierno del país. Aunque en teoría la CMC no tiene autoridad para impedir las emisiones de las cadenas, sí puede dificultar la cobertura a sus trabajadores.

El Observatorio de las Libertades Periodísticas Iraquí, un grupo que vela por los derechos de los medios de comunicación, ha asegurado que la decisión de la CMC es sesgada puesto que muchos de los funcionarios que trabajan en dicho organismo fueron nombrados por el Gobierno.

"No negamos que algunos medios de comunicación hayan incitado a la violencia, pero consideramos que la suspensión de la licencia de diez canales por satélite es un golpe para la democracia", ha asegurado el director del Observatorio, Ziyad al Ajili.

Al Ajili también ha informado a HRW de que los canales afectados ni siquiera recibieron una notificación previa por parte de la CMC informándoles de la retirada de sus licencias. "Se enteraron de sus suspensiones a través de la página web de la Comisión", ha destacado.

En junio de 2012, la CMC ordenó el cierre de 44 medios de comunicación, incluyendo la cadena británica BBC, a pesar de no tener el poder de interrumpir los contenidos que se emiten desde fuera del país.