Actualizado 28/09/2010 18:51

La implantación de la Dependencia genera "importantes deficiencias" y alimenta la economía sumergida, según un informe

MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

La implantación de la Ley de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia está generando "importantes deficiencias" y "está alimentando la economía sumergida", según un informe de Fundación Alares, del que se desprende que el desarrollo "heterogéneo" de la norma en las distintas autonomías puede provocar un "turismo de la dependencia".

El estudio, titulado 'Situación Actual de Implantación de la Ley de Dependencia y Propuestas de Mejoras: Avances y retos en la calidad de vida de las personas', explica que la ley está avanzando de manera "heterogénea" en las distintas comunidades autónomas, provocando "importantes diferencias" a la hora de recibir las prestaciones, además de un "desconocimiento en materia de financiación".

"A día de hoy, las comunidades muestran enormes diferencias en todas las etapas, desde la solicitud, a la valoración, donde la esperar puede alcanzar los dos años. Esta situación puede llegar a generar un denominado turismo de la dependencia", denuncia el trabajo de Fundación Alares.

Asimismo, apunta que el principal reto de la ley es el número de personas dictaminadas como sujetos de derecho que no perciben prestación alguna, "una situación insostenible ya que supone una grave vulneración de los derechos" y en la que se encuentra "casi un cuarto de millón" de dependientes.

En este sentido, señala el incremento en la cifra de prestaciones económicas, que "podría dar pie al mantenimiento de empleo de la economía sumergida" porque en lugar de apostar por los Servicios de Atención a la Persona (SAP) y crear empleo, los cuidados "en la actualidad se están prestando en su inmensa mayoría desde la economía irregular".

Así lo ha explicado el presidente de la Fundación Alares, Javier Benavente, para quien "los SAP son la clave para la creación de hasta un millón de puestos de trabajo regulados que en la actualidad se están prestando en su inmensa mayoría desde la economía sumergida, donde los cuidados de la Ley de Dependencia son de los que más predominan".

Lo que Benavente propone es sacar a la superficie una actividad que puede desarrollarse a nivel estatal, además de garantizar el empleo digno, la calidad de los servicios y la formación y especialización.

El estudio, alerta asimismo de que, por este camino, se da "la posibilidad de que la Ley de Dependencia pueda llegar a ser una vía para mantener el tradicional modelo familiar de cuidados y agudizar así la desigualdad de género, en contra de lo que defiende la propia norma".