Actualizado 03/06/2009 16:33

La industria nuclear defiende como "imprescindible" la renovación de la licencia de la central de Garoña (Burgos)

MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Foro Nuclear, María Teresa Domínguez, aseguró este miércoles que "por supuesto" considera "imprescindible" la renovación de la licencia de operaciones de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) "porque las previsiones de la demanda energética para los años venideros prevén un aumento del 44 por ciento y señalan que la energía eléctrica se incrementará en un 77 por ciento".

Así lo indicó Domínguez en el coloquio 'Energía 2030', organizado por Fax Press, en el que apostó por llegar a un mix energético estable, en el que se deberían combinar un 30 por ciento de energía nuclear, con otro tanto de renovables y de gas y carbón. "No puede salir otro mix diferente en España que en el resto del mundo; si es así, es porque no hemos contemplado alguna variable", reflexionó.

Por otro lado, reconoció que hasta 2030 se tendrán que seguir consumiendo energías fósiles, como el carbón, al menos durante este periodo de transición. Asimismo, advirtió de que la industria "no está preparada para estos sobresaltos", ya que no observa una estabilidad por parte del Gobierno, que no ofrece "instrumentos que permitan a las empresas del sector energético una mínima tranquilidad".

En este sentido, recordó que la decisión sobre Garoña tiene un plazo "inminente" y que el próximo año tendrá que tomarse una decisión similar con la central nuclear de Almaraz (Cáceres) y opinó que de esta manera "los inversores no invertirán" porque no existe una regularidad. "La inversión inicial de una central nuclear es buena para el país", insistió Domínguez, que añadió que el coste de una nueva planta nuclear son 4.000 millones de euros de los que el 86 por ciento se queda en España.

Por su parte, el director general del Club Español de la Energía, Juan Bachiller, defendió que cada energía tiene su lugar y para garantizar el suministro "hay que contar con todas". También apuntó que el porcentaje de horas de producción al año es del 56 por ciento en la biomasa; del 25 por ciento en la eólica; del 8 por ciento en la solar; del 87 por ciento la nuclear y del 50 por ciento la del carbón y el gas.

En su opinión, España "no puede seguir siendo una isla energética" y "sea cual sea el mix", tampoco debería perderse de vista la competitividad del sector. Bachiller reclamó una política energética común europea "que sirva para indicar el camino a España" y que el tema energético quede fuera del debate político.

Al respecto de la situación energética de España, el presidente de FERSA, José María Roger, criticó igualmente la inestabilidad y denunció que "el mismo día que el presidente del Gobierno apoyó las renovables y rechazó la nuclear, por la tarde firmó un decreto contra las renovables".

PRIMAS E IMPACTO AMBIENTAL

En cuanto a las, en su opinión, "mal llamadas primas" a la energía solar, Roger aseguró que "hay mucha demagogia" porque nada se habla del coste y las aportaciones estatales a la hora de expropiar terrenos para construir presas para una central hidroeléctrica, o las ayudas para levantar centrales térmicas. Por tanto, exigió que la gestión, subvenciones o primas se apliquen "a todos por igual".

Sobre el impacto medioambiental, apostilló que "no hay salto hidráulico, central térmica o nuclear que no genere impacto" pero sostuvo que las críticas sólo se dirigen a la eólica o la solar mientras que un aerogenerador son "148 tornillos que se quitan 20 años después y para siempre, sin dejar rastro".

En todo caso, el presidente de FERSA reconoció que la energía renovable "puede llegar hasta donde puede llegar" y que "solas no pueden". Por este motivo, expresó que hablar de mix energético formado únicamente por renovables en la actualidad "es mentir" y propuso "jugar con nucleares y renovables para hacer algo estable reduciendo al mismo tiempo las emisiones de CO2".

Por su parte, el presidente de Abengoa Solar, Santiago Seage, defendió que ese mix esté compuesto dentro de 20 años por un 50 por ciento de renovables, por continuar con las centrales de ciclo combinado y por desmantelar progresivamente las centrales nucleares españolas, ya que "hay que concienciarse de que los fósiles se nos acaban". Hasta entonces, confesó que le gustaría tener "un entorno claro" para poder hacer inversiones y calificó de "muy importante" destinar dinero a la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías.

En cuanto al precio de la energía, los ponentes coincidieron en que la factura de la luz que paga el ciudadano no refleja los costes, independientemente de la fuente energética de que proceda y señalaron que próximamente el precio deberá adaptarse y, por tanto, estos subirán. Seage señaló que se parte de la premisa falsa de que el precio de la energía es adecuado cuando "ni es correcto, ni sostenible, ni se podrá mantener", mientras que Roger lamentó que no haya "ningún político que se atreva a poner la energía al precio que debería".