Actualizado 22/10/2010 21:26

Investigadores sevillanos desarrollan ladrillos reforzados con fibras de lana de oveja


SEVILLA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Sevilla, en colaboración con un grupo de la Universidad de Strathclyde (Glasgow, Reino Unido), han desarrollado ladrillos y bloques reforzados con fibras de lana. Con ello han conseguido obtener un compuesto más sostenible, no contaminante, que emplea materiales locales abundantes, y mejora su resistencia mecánicamente.

El proyecto ha sido sometido al escrutinio y debate del foro científico internacional mediante diversas comunicaciones y artículos, según ha informado la Hispalense en un comunicado.

Los investigadores han analizado el efecto del reforzamiento con lana de oveja en distintos tipos de suelo. Además de mejorar la resistencia a compresión, estas fibras minimizan las fisuraciones y deformaciones por contracción, reducen el tiempo de secado, y aumentan la resistencia del ladrillo a los esfuerzos de flexión.

Las fibras de lana se han añadido al material arcilloso del ladrillo, el cual utiliza como conglomerante el alginato, un polímero natural obtenido de las paredes celulares de las algas pardas de la familia de las feofíceas. De esta forma se logra un compuesto que es un 37 por ciento más resistente que productos similares de tierra estabilizada, sin cocer, según lo confirman los test mecánicos realizados en laboratorio.

La premisa fundamental del trabajo ha sido la obtención de un producto sin un elevado coste medioambiental ni en el proceso de producción ni en su posible reutilización, reciclaje o biodegradación. Los estudios realizados parecen indicar que los costes económicos y medioambientales son favorables, tanto por la abundancia de las materias primas necesarias, por su facilidad de obtención y en algunos casos incluso por su regeneración natural; como por la ausencia de complejidad en la fabricación.

Actualmente el estudio se encuentra en una fase avanzada en la que se trata de mejorar otros aspectos derivados esencialmente de la ausencia del rango estructural de la cerámica. Esto supone una merma a priori que se puede compensar parcialmente con un incremento de la densidad aparente y de otras características físicas de la mezcla.

Este proyecto es una de las iniciativas que fomentan el desarrollo de materiales que posibiliten una construcción cada vez más respetuosa con el medio ambiente. En concreto, la propuesta se incluye dentro de la fabricación de ladrillos y bloques que no requieran cocción y, por lo tanto, contribuyan al ahorro energético frente a los productos cerámicos o de base cementicia.

A nivel medioambiental tanto el análisis de ciclo de vida general como los niveles de emisión de CO2 son claramente ventajosos. Con respecto al primer aspecto se trata de materiales naturales, de medio a bajo impacto por su extracción, altamente reciclables, regenerables y biodegradables. Con relación a las emisiones de CO2, hay que tener en cuenta que la fabricación de productos cerámicos es un sector altamente contaminante debido a las elevadas temperaturas de cocción: 700 a 900ºC en los ladrillos comunes y hasta 1500ºC en las piezas de cerámica compacta.