Valora que las aportaciones privadas se incrementasen en 2009 pese a la crisis
OVIEDO, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Manos Unidas, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2010, Myriam García, ha pedido este martes que la sociedad española no olvide a aquellos países y regiones del mundo en los que la actual crisis económica es "una cuestión de vida o muerte".
La presidenta de la organización no gubernamental católica ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa ofrecida en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, a donde ha viajado para recoger este viernes un galardón que supone "un honor y una responsabilidad para seguir trabajando con más fuerza contra el hambre en todas su facetas".
En su encuentro con los periodistas, ha valorado que los fondos de los que se nutre la ONG, que provienen en un 77,2 por ciento de fuentes privadas, se incrementasen en 2009 pese a las dificultades económicas, lo que, a su juicio, pone de manifiesto que España sigue confiando y contribuyendo con sus proyectos de desarrollo.
Al respecto, ha recordado que a lo largo de sus 50 años de historia, las 71 delegaciones diocesanas que conforman Manos Unidas han trabajado en más de 25.000 iniciativas de desarrollo para ayudar a los 925 millones de personas que pasan hambre en el mundo, y a los más de 1.400 millones que viven en una situación de pobreza. Sólo el año pasado, la Organización aprobó 692 proyectos de desarrollo en cerca de sesenta países África, América, Asia y Oceanía.
En el apartado de las dificultades, García Abrisqueta ha lamentado la falta de recursos que les impide atender todos los proyectos que reciben, así como los obstáculos a los que deben enfrentarse cuando las prioridades "políticas o económicas" se anteponen a las personales. Junto a éstas, ha reprochado actitudes como "la indiferencia y el egoísmo" que hacen que, en ocasiones, las personas se centren en sus problemas y olviden a los que sufren la pandemia del hambre.
DESARROLLO AGROPECUARIO DE HAITÍ
La portavoz de Manos Unidas ha recordado además la actividad que desarrolló la organización en Haití tras el terremoto registrado en enero. En este sentido, ha explicado que los 50.000 euros con los que está dotado el premio irán destinados a un proyecto de desarrollo agropecuario en el país, que servirá para suministrar semillas y herramientas de cultivo a la población que migró al campo procedente de la capital y propiciar con ello la vuelta a las escuelas de los más pequeños.
"Nueve meses después seguimos trabajando en la reconstrucción de viviendas, la recuperación de escuelas y el acompañamiento a la población local", ha subrayado.
Por último, ha manifestado que el sello distintivo de Manos Unidas reside en que es una ONG de la Iglesia católica y de voluntarios, sustentada en valores como la austeridad y la paz y comprometida con un desarrollo "integral, sostenible y auténtico", a través de un trabajo cuyos principales fines son la educación y la sensibilización, "sin distinción por cultura, sexo o raza".
"Tenemos muchos retos que afrontar y seguiremos haciéndolo en el futuro teniendo clara nuestra identidad y nuestras raíces", ha comprometido.
