Actualizado 02/09/2007 14:21

La OCHA considera las crisis humanitarias de Darfur e Irak como las más graves del mundo


NUEVA YORK, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

La subsecretaria de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Margareta Wahlström, advirtió ayer de que las crisis humanitarias que se viven en Darfur e Irak son las más graves y, si bien "el sufrimiento humano no puede ser comparado", merecen la misma atención por parte de la comunidad internacional.

En una conferencia de prensa pronunciada en Nueva York, Wahlström subrayó que la violencia continúa en la región sudanesa de Darfur, en donde se han registrado cerca de 55.000 desplazados entre el mes de junio y el 21 de agosto, lo que supone que ha habido 250.000 nuevos desplazados desde que comenzara 2007.

Por ello, la operación humanitaria en Darfur se ha convertido en "la más importante de Naciones Unidas desde hace tres años", señaló la portavoz de la OCHA. No en vano, 2,2 millones de la población total (6,4 millones) han sido desplazados y cuatro millones de personas dependen de la ayuda humanitaria.

Además, la situación de los cooperantes "no es positiva" ya que se enfrentan a obstáculos administrativos y sufren la violencia de la región, en donde los incidentes sufridos por trabajadores humanitarios ha aumentado un 150 por ciento. "Los convoyes son atacados, saqueados", explicó Wahlström, para justificar que los cooperantes deban "retirarse de algunas zonas, hasta en 24 ocasiones este año".

La situación alimenticia en la región se ha agravado hasta el punto que, por primera vez en tres años, se ha sobrepasado el 15 por ciento de desnutrición en algunas zonas. Por ello, Wahlström consideró "muy importante" el despliegue de las fuerzas híbridas de Naciones Unidas y Unión Africana (MINUAD) y advirtió de que será necesario, sin ninguna duda, continuar con las operaciones humanitarias en 2008.

IRAK

En relación a la situación en Irak, Wahlström subrayó que la OCHA no sufre "presión política" para que ésta amplíe sus actuaciones en el país. La presión, subrayó, existe en cuanto a la manera en la que Naciones Unidas pueden actuar en el país sin exponerse más.

"La ONU continuará trabajando especialmente con la intermediación de las ONG locales e internacionales", explicó. A pesar de que incluso antes de la última guerra las infraestructuras estaban dañadas y el 70 por ciento de la población no tenía acceso a agua potable, Wahlström aseguró que la situación es aún peor y que cerca de ocho millones de personas en Irak dependen de la ayuda humanitaria, especialmente la ayuda médica.