Actualizado 05/08/2007 17:21

El PP apuesta por ayudas de 3.000 euros por el primer hijo e incrementos de 500 euros en los sucesivos


MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

El PP apuesta, en el marco de su modelo electoral de apoyo a la familia, por ofrecer ayudas de 3.000 euros para el primer hijo, que se incrementarían en 500 euros en los posteriores --3.500 en el segundo, 4.000 en el tercero, etc.--, y de 4.200 euros en caso de discapacidad.

En una entrevista concedida a Europa Press, el secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, precisó que ésta supone una política de apoyo a las familias "mucho más potente" que la del Gobierno, y, en este sentido, criticó la ayuda prevista de 2.500 euros por hijo al considerarla "tardía", "poco meditada" y, especialmente, "insuficiente".

Así, frente al coste estimado de unos 1.300 millones de euros en el caso de las ayudas dispuestas por el actual Gobierno sólo en 2008, Arias Cañete estimó que las cuantías propuestas por su partido elevarían este coste hasta una cota entre los 1.600 y los 1.800 millones de euros.

El responsable económico del PP se extendió en sus críticas e hizo hincapié en lo poco meditado de la medida anunciada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el transcurso del último debate sobre el Estado de la Nación, y en su carácter electoralista.

Así, acusó al Gobierno de no haber tenido "una trayectoria clara de apoyo a la familia en toda la legislatura", y de promover "de golpe y porrazo" estas ayudas "cuando las estadísticas empiezan a decir que está a punto de perder las elecciones generales". Es entonces, añadió el dirigente 'popular', "cuando (Zapatero) empieza a hacer ocurrencias geniales poco meditadas".

En esta misma línea, criticó que, por este motivo, "la gente está haciendo peticiones (de estas ayudas) en la Agencia Tributaria sin que haya aún una norma que de cobertura jurídica a esas peticiones".

Por último, mostró perplejidad por el hecho de que la ayuda se aplique con carácter retroactivo desde el pasado 3 de julio, fecha en la que realizó el anuncio Zapatero, y estimó que debía haberse aplicado un "criterio racional de temporalidad" que fijase este punto inicial en el pasado 1 de enero.

SUBASTA PRESUPUESTARIA

Por otro lado, Arias Cañete señaló que, además de no planificar el coste de medidas como ésta, el Gobierno está consolidando un gasto estructural, a partir de concesiones con fines electoralistas a las distintas comunidades autónomas, que le dejará poco margen de maniobra en una fase de desaceleración económica y que, además, pasará factura a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de los próximos años.

En este sentido, acusó al Gobierno de convertir el proceso de elaboración de los PGE para 2008 en una "subasta" en la que "compra voluntades", como la del PNV a través del acuerdo para la renovación del cupo vasco.

"Veremos qué pasa con la discusión con el BNG, con el tripartito catalán, ..." añadió el dirigente 'popular', antes de concluir que su formación está preocupada "por la deriva de los presupuestos", que no aportarán, a su juicio, "estabilidad macroeconómica".

PREOCUPACIÓN POR EL DESEMPLEO EN LA CONSTRUCCIÓN

En este contexto, Arias Cañete acusó también al Gobierno de ofrecer atención a los problemas reales de la economía española. Así, mostró su preocupación por el incremento del desempleo en el mes de julio, motivado por el aumento del número de parados en la construcción, y señaló al respecto que "cuando el sector más dinámico de la economía ve perder 11.000 empleos en un mes, el Gobierno debería reflexionar".

En este sentido, esperó que el aterrizaje en el sector de la construcción sea "suave", y estimó que el Gobierno debería emprender "reformas importantes" para seguir alimentando el crecimiento económico en vez de seguir diciendo que "aquí no pasa nada".

Por otro lado, precisó que la construcción tiene que seguir siendo un motor de crecimiento de la economía, para lo cual es necesario dotarle de "estabilidad" en lugar de "lanzar alarmas".

Así, criticó que el Gobierno haya llevado a cabo una "campaña sesgada sobre corrupción dirigida a los que no eran socialistas", algo que, dijo, "no ayuda a tener un sector estable" y ha supuesto una razón para "ahuyentar" a los inversores extranjeros.