Actualizado 05/04/2013 11:36

Rajoy sostiene que la ayuda al desarrollo es una "inversión de futuro" porque contribuye al "bienestar global"

El secretario general de la ONU recuerda que fue "pobre" en Corea y asegura que el hambre puede "ser eliminado" en una sola generación


MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido este jueves que la ayuda al desarrollo "no es sólo un acto de generosidad", sino que es "también una inversión solidaria y de futuro", porque "lo que está en juego es el bienestar global". Por eso, ha asegurado que aumentará el presupuesto a la cooperación "cuando la situación lo permita".

Durante la clausura de la cumbre sobre hambre y seguridad alimentaria organizada por la ONU que ha acogido hoy Madrid, Rajoy ha asegurado que su Gobierno esta comprometido con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y ha asegurado que este apoyo "firme" no está en "contradicción" con el hecho de que haya disminuido el presupuesto destinado a la ayuda al desarrollo.

Rajoy ha reconocido que el Gobierno está lejos del compromiso que se marcó España de dedicar el 0,7% de su presupuesto a la cooperación internacional y ha recordado que desde que se llegara al máximo del 0,46% en 2009 esta cifra se ha ido recortando. "A nadie se le oculta la razón", ha apuntado el jefe del Ejecutivo, que, ante la plana mayor de Naciones Unidos, se ha referido a los "tiempos difíciles" que atraviesa España y que le han llevado a "reducir el gasto público, incluido el de cooperación".

Dicho esto, ha expresado su "deseo" de "aumentar la dotación presupuestaria" a la ayuda al desarrollo "en cuanto la situación lo permita" y ha explicado que, mientras tanto, trabajará para "construir un proyecto renovado de cooperación", para lograr el "mayor impacto en aquellos que más lo necesitan".

"NUESTRO COMPROMISO NO CADUCA"

Además, ha asegurado que el compromiso del Gobierno va más allá de 2014, fecha límite para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. "Nuestro compromiso con el desarrollo no caduca", ha afirmado, no sin insistir en que todavía "queda mucho por hacer" para alcanzar los objetivos que se marcó la comunidad internacional en el año 2000.

En este sentido ha recordado, como también ha hecho el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que a partir de mañana "quedarán 1.000 días para su cumplimiento" y ha animado a todos los países a aprovechar esta "recta final" para profundizar en los "importantes avances" que ya se han "logrado".

En su intervención, Ban Ki Moon también ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que acelere sus esfuerzos en estos mil días, convencido de que "el hambre y la malnutrición pueden ser eliminados", y puede ser "en una generación sólo", aunque "queda mucho trabajo por hacer. "El sistema entero de Naciones Unidos está comprometido en aprovechar los 1.000 días que tenemos por delante", ha garantizado.

El secretario general ha recordado ante los presentes que él fue "pobre" en Corea del Sur, como "uno de tantos jóvenes que vivían con hambre", y ha recalcado que su país es un ejemplo de que se puede luchar con eficacia contra el hambre porque después de años de penalidades ahora está entre los primeros 20 países en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU.

Ban ha expresado su satisfacción porque el "hito" de los 1.000 días a descontar para llegar a la fecha tope para los Objetivos del Milenio se alcance en Madrid, después de que España haya "apoyado tanto" los programas lanzados para su cumplimiento.

Además, ha destacado la trascendencia de la reunión de alto nivel celebrada en Casa de América, en la que se ha tratado de avanzar en la definición de la agenda de la ONU más allá de 2015. Según ha dicho, los trabajos de hoy darán lugar a un informe que se presentará en mayo y que después se llevará a la Asamblea General de la ONU del próximo septiembre en Nueva York con el objetivo de establecer un "plan ambicioso" que "inspire" y que permita llegar a "los éxitos" buscados y poder "conseguir un mundo mejor entre todos".

El presidente del Gobierno ha asegurado que España seguirá activa en esta tarea, del mismo modo que fue "uno de los principales impulsores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio". "Nuestro objetivo -ha dicho-- debe ser un mundo donde todas las personas tengan oportunidades para vivir una vida plena en condiciones de seguridad y dignidad".

Rajoy ha recordado que el 70% de los pobres "viven en países de renta media", que "muchos donantes están abandonado" precisamente cuando es más necesario apoyarlos para "consolidar los avances". Por eso, ha asegurado que España seguirá "comprometida con los países de renta media, con formas de cooperación adecuadas a sus necesidades".

En concreto, ha defendido que los esfuerzos no deben centrarse en adoptar un papel de "prescriptor y financiador", sino que debe "centrarse" en la generación de oportunidades para que estos países puedan participar en su propio desarrollo. Esto pasa también, ha recalcado, por apoyar los derechos humanos, la gobernanza, la democracia y la inclusión de los más desfavorecidos".

SANIDAD Y EDUCACIÓN

Del mismo modo, ha explicado que, para poder dar oportunidades "a los que hoy no la tienen", es necesario que el Estado dé "seguridad" a los ciudadanos, pero no sólo física, sino también "mediante la provisión pública de unos mínimos servicios de sanidad y educación, que les permita desarrollar su proyecto vital".

Rajoy ha asegurado que pese a los "importantes avances" de la comunidad internacional que han hecho descender desde el número de personas malnutridas en el mundo desde el 20% de 1990 al 12,5% en 2012 no se puede estar "satisfecho", porque todavía hay "850 millones de personas que siguen padeciendo hambre y desnutrición" en el mundo, la mayoría en África subsahariana y Asia meridional.

Además, ha recalcado que la desnutrición infantil "sigue siendo especialmente grave", porque en la actualidad hay "165 millones de niños que no reciben alimentación necesaria para su desarrollo normal".

"España no acepta a ser un mero espectador de este drama", ha insistido el presidente del Gobierno, que ha expresado el deseo del país de ser "protagonista en la lucha contra el hambre", como ya lo viene siendo "desde hace años".

Por eso, también ha querido rendir un "homenaje" a "la figura del cooperante" y reconocer su trabajo porque "día a día dan lo mejor de sí mismos para que el mundo sea un lugar más habitable para todos".