Actualizado 03/07/2013 15:30

Un total de 473 personas murieron por lesiones en el agua en 2011, según Sanidad, que aconseja no tirarse de gran altura

Piscina
EUROPA PRESS


MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un total de 473 personas murieron por lesiones graves ocurridas en el entorno acuático en 2011 en España, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad que, entre otras recomendaciones para que los ciudadanos puedan disfrutar de las actividades acuáticas, aconseja evitar las zambullidas desde gran altura.

Así, el Ministerio señala que el ahogamiento se produce de forma "rápida y silenciosa" y que la mayoría de las veces la víctima se perdió de vista solo unos minutos.

Respecto a los bebes, advierte de que muchos ahogamientos se producen en el entorno familiar, como bañeras, piscinas privadas y piscinas hinchables, ya que un bebé puede ahogarse en 30 centímetros de profundidad. Por ello, recuerda que la mejor medida en las piscinas privadas es un cercado perimetral de las piscinas, aislándolas de la vivienda, con una altura de 1,2 metros de altura y que no sea posible escalar.

Por otro lado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2011 murieron en España un total de 473 personas (373 hombres y 100 mujeres) a causa de lesiones graves acaecidas en el entorno acuático.

Entre las causas de fallecimiento destacan los 461 ahogamientos por sumersión accidental, de los que el 45 por ciento afectaron a personas con menos de 50 años. El rango de edad con mayor número de fallecidos por ahogamiento accidental es el comprendido entre los 50 y los 69 años de edad, de los que murieron a 112 hombres y 20 mujeres.

Asimismo, en cerca de la mitad de los fallecidos (262) se desconoce el lugar del ahogamiento porque no está registrado, mientras que en los casos en los que se dispone de esta información, la mayoría (168) sucedieron en aguas naturales.

Además de los 473 fallecidos, en 2011 estuvieron en riesgo de sufrir un ahogamiento y pudieron ser rescatadas con vida y hospitalizadas un total de 535 personas, de las que 147 eran menores de 9 años de edad (82 niños y 65 niñas). Sin embargo, las lesiones graves se producen en personas de todas las edades.

En el caso de los niños más pequeños, ocurren con mayor frecuencia en piscinas, mientras que en los adultos la frecuencia mayor es en aguas abiertas durante el baño, la pesca o la práctica de algún deporte náutico. En el caso de las personas de edad avanzada es también la playa el lugar donde ocurren la mayoría de los casos.

RIESGO DE LESIONES MEDULARES

En relación con las lesiones acuáticas, cada año se registran traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares provocados por zambullidas. Los adolescentes y jóvenes son los más afectados por estas lesiones generalmente producidas por imprudencias como tratar de zambullirse desde gran altura, balcones o puentes. Además, en algunas ocasiones, el consumo de alcohol u otras sustancias está asociado a estos accidentes.

Así, el Ministerio hace un llamamiento "especial" a los ciudadanos para que eviten zambullirse desde gran altura, o desde balcones o puentes, porque esto es causa de traumatismos craneoencefálicos, lesiones medulares e incluso muerte. Esto incluye tirarse de cabeza desde una gran altura en sitios de poca profundidad o sin conocer si existe algún obstáculo en el fondo que pueda producir lesiones muy graves.

Además, aconseja elegir lugares seguros para bañarse y que estén vigilados por socorristas y observar a los menores en todo momento cuando estén en el agua o cerca de ella. Por ello, insta a no delegar esta responsabilidad en un niño mayor.

Asimismo, si no sabe nadar o no sabe nadar bien, recomienda utilizar un chaleco salvavidas para bañarse o practicar deportes náuticos y señala que los flotadores hinchables no son recomendables. También recuerda la importancia de respetar el significado de las banderas en las playas.

NO BEBER ALCOHOL ANTES DE BAÑARSE

Igualmente, recuerda que consumir alcohol antes de bañarse disminuye la capacidad de reacción ante un peligro o puede propiciar adoptar conductas que pueden poner en riesgo la salud. En este ámbito, el ministerio añade que bañarse de noche es muy peligroso ya que si le ocurre algo a un ciudadano, nadie podría verle.

También aconseja salir enseguida del agua si percibe cansancio o siente frío y, previamente, comprobar la temperatura del agua antes de meterse, así como esperar dos horas después de haber comido.

En este ámbito, el ministerio recuerda que dentro de su página de Internet está disponible la guía 'Disfruta del agua y evita los riesgos'. Se trata de una web guía tipo cómic dirigida a los niños y adultos responsables de su cuidado para advertirles de los riesgos de sufrir lesiones en estos sucesos.

La guía insta a comprobar "cuidadosamente" la profundidad del agua antes de sumergirse y evitar bucear o saltar en aguas turbias donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos.

Otra de las medidas es introducirse en el agua poco a poco o tirarse varias veces de pie antes de hacerlo de cabeza y, en ese caso, recuerda que los brazos deben situarse en prolongación del cuerpo para proteger el cuello y la cabeza.

Finalmente, si se produce un accidente y ante la necesidad de traslado, la guía recomienda inmovilizar el cuello del herido, evitar mover la columna y avisar a un profesional para acompañar al accidentado, evitando los vehículos particulares siempre que sea posible.