Actualizado 03/12/2010 20:15

Treinta inmigrantes africanos expulsados de Arabia Saudí mueren abandonados en la frontera con Yemen


MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

Treinta inmigrantes africanos a los que las autoridades de Arabia Saudí expulsaron de su territorio han muerto en las últimas semanas al quedar abandonados en la frontera con Yemen, donde existe una crisis humanitaria cada vez más grave, según ha denunciado este viernes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

"Abandonados a su suerte en la ciudad fronteriza de Haradh, muchos inmigrantes se encuentran en un pésimo estado de salud tras haber realizado un viaje que es extremadamente largo y peligroso, principalmente desde Etiopía, Somalia o Sudán y hacia el Golfo o más allá", afirma la OIM en un comunicado.

Este organismo advierte de que "cada vez son más las personas deportadas desde Arabia Saudí que se quedan en Haradh con nada más que la ropa que llevan". "Al no tener medios para continuar su viaje o volver a casa, los migrantes duermen a la intemperie, deshidratados e intentando sobrevivir comiendo las sobras de comida que encuentran", añade.

Según la OIM, en la frontera entre Arabia Saudí y Yemen se está creando un "cuello de botella". Muchos migrantes y solicitantes de asilo atraviesan Yemen procedentes de países africanos del Cuerno de África para llegar a Oriente Próximo o continuar más allá, pero Arabia Saudí ha reforzado su frontera con Yemen en los últimos meses y al mismo tiempo ha estado expulsando a inmigrantes indocumentados a la frontera yemení.

El jefe de operaciones de la OIM en Haradh, Bill Lorenz, ha dicho que el número de inmigrantes que necesitan ayuda ha aumentado "drásticamente". "En la última semana, el número de inmigrantes atendidos por la OIM se ha elevado a unos 76 al día". Por su parte, la organización Médicos Sin Fronteras atiende cada día a entre 15 y 25 inmigrantes que padecen malaria, tuberculosis, fiebre tifoidea o malnutrición.

La OIM y sus socios, incluida la ONU, han estado trabajando recientemente para ayudar a un grupo de unos 2.000 migrantes clandestinos etíopes en Haradh. Desde el pasado 13 de noviembre, la OIM ha ayudado a 785 de ellos que expresaron su deseo de volver a casa, después de ofrecerles asistencia médica, cobijo y comida.

Para el próximo 6 de diciembre, la organización habrá atendido a 1.032 de los 2.000 migrantes, incluidos unos 154 menores y mujeres etíopes que han estado en centros de detención yemeníes. Sin embargo, para poder ayudar al resto, la OIM ha solicitado con urgencia un millón de dólares.