Actualizado 27/04/2008 14:30

UNICEF pide más fondos para sostener los programas de nutrición

La organización pidió fondos en marzo para poder mantener los programas, pero sólo ha recibido una cuarta parte de lo necesario


MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

UNICEF necesita dinero, y lo necesita ya. La delegación de Somalia no sólo tiene que luchar contra la sequía cíclica, las enfermedades propias de un país donde el 37% de la población consume agua contaminada y la guerra, que ha generado más de un millón de desplazados, sino que además, ha de soportar la escalada de precios de los productos más básicos, que crecen sin freno desde hace ya un año, llegando incluso a triplicarse.

Ante la "crítica" situación, los delegados en la región emprendieron hace un mes un periplo a lo largo y ancho del mundo occidental para pedir fondos. Necesitaban recaudar más de siete millones de euros en tres semanas porque estaba en juego la nutrición y el saneamiento de cientos de miles de personas. En total, solicitaban donaciones por encima de los treinta millones para poder sostener su infraestructura a medio plazo.

La ayuda de emergencia llegó. Estados Unidos, Japón, Noruega, Reino Unido y ACNUR reaccionaron tapando el "agujero" temporal de la organización. Sin embargo, se acerca el fin del plazo estipulado y, aunque se espera una pronta respuesta de Dinamarca, por el momento sólo ha llegado a Somalia el 24% de los fondos necesarios. Si antes de julio no se recauda el 100%, 15.000 niños con desnutición severa quedarán cada mes desamparados.

Según explicó a Europa Press el representante de UNICEF en Somalia, Denise Sheperd-Johnson, "el mayor reto de la organización es conseguir fondos a largo plazo" porque con una buena previsión, "sería mucho más fácil adoptar estartegias para atajar la desnutrición de los menores de cinco años". Pero "para poder continuar prestando ayuda humanitaria en la segunda mitad del año, UNICEF necesitará fondos adicionales".

CIENTOS DE MILES DE VÍCTIMAS

La organización insiste en que no se trata sólo de cifras, sino de vidas y personas con nombre y apellidos. Sheperd incide en que UNICEF está dando de beber a 300.000 personas en el corredor entre Modadiscio y Afgoye, camino habitual de los refugiados, donde también sostiene programas de higiene y saneamiento. Algo similar ocurre en la zona central y sur del país, donde ha tenido lugar un importante repunte de los casos de cólera y la organización tiene que responder a la emergente necesidad de pozos de agua limpia.

Estas y otras operaciones de respuesta se financian con la reserva para emergencias de la organización, pero UNICEF se enfrenta a un déficit de 1,3 millones de euros que "tiene que ser cubierto antes del mes de junio". En los programas "regulares" de saneamiento y asistencia en las escuelas, el déficit supera los dos millones de euros, una carestía que está sufriendo más de medio millón de beneficiarios, de los cuales 25.000 son niños de educación.

"A pesar del viento en contra, el personal de UNICEF en Somalia mantiene la esperanza", confesó Shepherd, para quien "la esperanza requiere adaptarse de un modo flexible a trabajar en distintas situaciones y lugares, una flexibilidad que se encuentra al saber que UNICEF marca la diferencia en la vida de niños y mujeres a pesar de las adversas circunstancias con las que viven en su país".

En Somalia, 20.000 personas huyen de su casa cada mes en busca de un lugar seguro y se acaban sumando al contingente de más de dos millones de civiles que necesitarán de la ayuda humanitaria para sobrevivir al menos, a los próximos seis meses. En total, la cuarta parte de la población depende de esta ayuda, que cada vez tiene más dificultades para llegar por los saqueos y el fuego cruzado.