Actualizado 10/08/2010 14:46

Las víctimas civiles del conflicto de Afganistán en el primer semestre de 2010 fueron un 31% más que en el de 2009


MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las víctimas civiles causadas por la guerra de Afganistán en el primer semestre de 2010 fueron un 31 por ciento más que en el mismo periodo de 2010, según un informe publicado este martes por la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), que responsabiliza a los talibán y a otros insurgentes del 76 por ciento de los casos de muertos y heridos registrados entre la población civil.

El 'Informe sobre Protección de Civiles en el Conflicto Armado' indica que desde el 1 de enero hasta el 30 de junio, la Unidad de Derechos Humanos de la UNAMA contabilizó 3.268 víctimas civiles, entre muertos (1.271) y heridos (1.997).

De éstas, atribuye 2.477 a "elementos anti gubernamentales" --un 76 por ciento de las víctimas, es decir, 23 puntos porcentuales más que en 2009-- y 386 a las fuerzas progubernamentales --un 12 por ciento, 18 puntos más que en 2009--.

El estudio destaca que el número de víctimas atribuidas a las fuerzas progubernamentales se redujo en un 30 por ciento respecto al primer semestre de 2009, en parte gracias a una disminución del 64 por ciento en la cifra de muertos y heridos causados por ataques aéreos.

NIÑOS Y MUJERES

También señala que entre las víctimas civiles de los talibán y otros insurgentes hubo un 55 por ciento más de niños y un 6 por ciento más de mujeres. El representante especial del secretario general de la ONU para Afganistán, Staffan de Mistura, explicó que "los niños y las mujeres afganos soportan cada vez más lo peor del conflicto" y que "les están matando o hiriendo en sus casas y comunidades más que nunca".

De acuerdo con el análisis de la UNAMA, hay dos factores que durante el primer semestre de este año hicieron que se incrementasen los daños sufridos por los civiles: los insurgentes utilizaron artefactos explosivos más grandes y sofisticados y el número de civiles que asesinaron y ejecutaron se elevó más de un 95 por ciento, incluyendo ejecuciones públicas de niños.

En opinión de la directora de Derechos Humanos de la UNAMA, Georgette Gagnon, "el devastador impacto humano de estos hechos subraya que, nueve años después de que comenzara el conflicto, las medidas para proteger a los civiles afganos de forma eficaz y para minimizar los efectos del conflicto en los Derechos Humanos son más urgentes que nunca". "Todos los implicados deben esforzarse más por proteger a los civiles y por cumplir su obligación legal de no atacar a los civiles", recalcó.

En el primer semestre de 2010, los artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) y los atentados perpetrados por terroristas suicidas causaron la muerte de 557 afganos y dejaron heridos a otros 1.137. A los IED correspondieron el 29 por ciento de los casos de civiles muertos, entre ellos 74 niños, lo que supone un aumento del 155 por ciento en la muerte de menores por esta causa respecto a 2009.

ATAQUES AÉREOS

Los ataques aéreos realizados por la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), la misión de la OTAN en Afganistán, siguieron siendo la táctica más dañina de las fuerzas progubernamentales, ya que causaron el 69 por ciento de las 223 muertes de civiles que provocaron y 45 casos de heridos.

Aun así, los fallecimientos por este motivo disminuyeron un 64 por ciento respecto a 2009, lo cual refleja, según la UNAMA, la aplicación de la Directiva Táctica aprobada por la ISAF en julio del año pasado, que regula el uso de los ataques aéreos e incluye otras medidas para reducir el número de víctimas civiles.

Donde más aumentó la cifra de víctimas civiles fue en el sur de Afganistán, donde ocurrieron más de la mitad de los asesinatos y ejecuciones (más de cien). El número de civiles que murieron en el sur en incidentes relacionados con el conflicto se incrementó un 43 por ciento respecto al año pasado. De Mistura aseguró que este patrón ha hecho que los civiles piensen que, cada vez más, son el principal objetivo de la violencia.

En el informe, la UNAMA insta a los talibán y a otros insurgentes a poner fin a la violencia contra los civiles y a respetar su libertad de movimiento. A las fuerzas internacionales les recomienda que sean más transparentes al informar e investigar los casos de víctimas civiles y que restrinjan los ataques aéreos y los asaltos nocturnos; y al gobierno afgano, que cree un organismo público que se encargue del problema de las víctimas civiles y garantice que éstas reciben indemnizaciones y que los soldados culpables son castigados.

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