HUELVA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La organización conservacionista WWF-Adena presentó hoy su evaluación de los incendios forestales del año 2006 y constató que, "a pesar del descenso del número de siniestros y hectáreas quemadas con respecto a 2005, la mayor parte de los incendios continúan siendo intencionados y causados por negligencias".
En un comunicado remitido a Europa Press, el responsable de la Oficina de WWF/Adena en Doñana, Juan José Carmona, informó de que, de los 66 incendios ocurridos en 2006, "33 se debieron a causas intencionadas, entre las que se encuentran la creación de pastizales, los intereses cinegéticos, la destrucción de especies arbóreas, los pirómanos o el gamberrismo".
En este sentido, Carmona precisó que 15 de los 66 incendios forestales registrados fueron debidos a negligencias, mientras que 12 se debieron a causas desconocidas "que muy probablemente también tengan su origen en el hombre"; cinco a fuegos y tan sólo uno a causas naturales. "La conclusión es rápida, y es que de 66 incendios Doñana podía haberse ahorrado 65", puntualizó.
Según indicó el responsable de la Oficina de WWF/Adena en Doñana, en los 66 incendios forestales registrados ardieron un total de 234 hectáreas, "un número muy inferior a las 1.529 hectáreas del año 2005, quemadas en 126 incendios".
Al hilo de ello, Carmona puso de manifiesto que, entre los municipios más afectados por los incendios en el año 2006, se encuentran Aznalcázar, con 16, nueve de ellos intencionados; Almonte, con 14, siete intencionados, y Moguer con ocho incendios, de los cuales tres fueron intencionados.
Por todo ello, consideró "necesario" tomar medidas "para minimizar el impacto de los incendios", y propuso la limpieza de los residuos sólidos y plásticos agrícolas en los terrenos forestales y cunetas de carreteras, la eliminación de los vertederos ilegales, el control de las medidas de riesgo relacionadas con la agricultura y la ganadería, educación ambiental y concienciación de la población local.
"Todos sabemos el porqué de muchos incendios provocados en Doñana, por lo que ahora se trata de luchar contra esas causas con actuaciones preventivas", según prosiguió Carmona, que aseveró que "el futuro de las masas forestales de Doñana, situadas fuera de los espacios protegidos, está amenazado por los incendios intencionados y la posterior ocupación de estos terrenos calcinados para actividades agrarias, industriales o de otra índole, por lo que su restauración y vigilancia debe ser una prioridad absoluta de la Junta".
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