Actualizado 09/02/2010 11:15

La Caixa concede becas a 32 presos dela cárcel de Valladolid que se formarán en energía renovable y almacenaje

VALLADOLID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Caixa concederá en 2010 becas de formación profesional a 32 internos del Centro Penitenciario de Valladolid lo que permitirá que 16 reclusos que cumplen la parte final de su condena realizarán un curso de aplicaciones de las energías renovables y otros 16 de operaciones auxiliares de almacenaje.

Según los datos facilitados a Europa Press por fuentes de La Caixa, los cursos se llevan a cabo fuera del recinto penitenciario, en un régimen semilaboral, con el objetivo de familiarizar a los participantes con las obligaciones que comporta un empleo estable.

Desde el año 2005, y gracias a esta iniciativa de la Obra Social La Caixa, 4.292 internos de centros penitenciarios de toda España han adquirido formación profesional con el objetivo de normalizar su situación personal y profesional una vez que accedan al régimen de libertad.

De los 32 internos participantes del Centro Penitenciario, 16 realizarán un curso de aplicaciones de las energías renovables de 250 horas y los 16 restantes se formarán también durante 250 horas en la especialidad de operaciones auxiliares de almacenaje.

La inversión media por parte de La Caixa en cada una de estas becas asciende a 4.700 euros. La ayuda comprende los costes de la formación, desplazamiento del centro penitenciario al centro de formación, manutención que conlleve la jornada formativa y una asignación económica mensual que recibe el interno en función de su asistencia al curso.

Las becas se dirigen a capacitar y mejorar el nivel de empleabilidad de un colectivo que, a menudo, presenta necesidades de formación en todos sus niveles. En este sentido, los becados adquieren no solamente los conocimientos correspondientes a una formación profesional, sino también la asunción de las obligaciones personales y profesionales que comporta un empleo estable.

La salida diaria al exterior con el fin de realizar una acción formativa es un paso intermedio entre el régimen ordinario y el régimen de libertad, y se presenta como un instrumento importante para que la institución penitenciaria valore la evolución de los beneficiarios en su itinerario hacia la inserción social.

De los 1.033 becarios del curso 2008-2009, 163 son mujeres, el 15,8 por ciento del total (un porcentaje sensiblemente superior a la proporción de mujeres en la población reclusa general, que asciende al 8 por ciento).

Por edades, el 74,5 por ciento de los becados tiene entre 25 y 45 años. Su nivel académico es el de estudios de primaria (54,1 por ciento).

El 94 por ciento de los internos participantes nunca había recibido una formación específica orientada al mercado de trabajo (formación profesional o universitaria) y cerca del 65 por ciento carecía de estudios o había cursado únicamente la enseñanza obligatoria.