Actualizado 01/02/2013 14:31

Más de 43.000 personas visitan la exposición 'El paisaje nórdico en el Prado', en Zaragoza

Lonja de Zaragoza
EUROPA PRESS

ZARAGOZA, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

La exposición 'Rubens, Brueghel, Lorena. El paisaje nórdico en el Prado', que se exhibe en el Palacio de la Lonja desde el pasado 19 de diciembre, ha recibido ya la visita de más de 43.000 personas desde su apertura, según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Zaragoza.

Coorganizada por el Museo del Prado, la Obra Social 'la Caixa' y el Ayuntamiento de Zaragoza, la muestra permanecerá abierta al público hasta el próximo 24 de febrero.

El horario de visita de la exposición se mantiene de martes a sábado, de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas, y domingos y festivos, de 10.00 a 14.00 horas. La entrada a la sala es libre y gratuita.

Con 'Rubens, Brueghel, Lorena. El paisaje nórdico en el Prado', el Museo del Prado regresa a Zaragoza para presentar una nueva muestra itinerante compuesta íntegramente por sus fondos, después de la dedicada al bodegón español en 2008. Se trata de una exposición de gran importancia, tanto por la extraordinaria calidad de las obras que la componen y la categoría de los maestros que las realizaron, como por la aproximación que plantea a las diferentes tipologías del paisaje que surgieron a lo largo del siglo XVII en Flandes y Holanda.

La muestra constituye una oportunidad excepcional para disfrutar de un recorrido por el evocador mundo del paisaje nórdico apreciando la maestría con la que los pintores representaron con fidelidad montañas, bosques, campiñas, ríos, mares, parajes cubiertos de nieve o canales helados, inmersos en una luz naturalista.

Durante la Edad Moderna, los italianos llamaron "nórdicos" a los pintores de las tierras que estaban más allá de los Alpes y fundamentalmente a los de los Países Bajos. Allí, el contexto social y cultural hizo que, a lo largo del siglo XVII, pintores y coleccionistas se apartaran en gran medida de los temas heroicos propios de la pintura de historia en favor de asuntos cotidianos, pero igualmente aptos para la pintura. Entre ellos estaba el paisaje, que pasó a convertirse en un género pictórico independiente, en el que el asunto representado se relega a un segundo plano y se convierte en pretexto para representar con fidelidad los elementos de la naturaleza.

43 OBRAS

Comisariada por Teresa Posada Kubissa, conservadora de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (hasta 1700), la muestra está compuesta por 43 obras y entre los pintores que integran esta exposición figuran los más destacados maestros del género.

Entre las obras que se pueden contemplar se encuentran las de 'Paisaje alpino', de Tobias Verhaecht, uno de los maestros de Rubens; 'La vida campesina', 'La Abundancia' y 'Los Cuatro Elementos' y 'Boda campestre', de Jan Brueghel el Viejo, además de 'La visión de San Huberto' que pintó en colaboración con Rubens.

Las dos tipologías más características del paisaje nórdico --el paisaje de invierno y el paisaje de agua-- están representadas en 'El puerto de Ámsterdam en invierno', de Hendrick Jacobsz Dubbels o 'Paisaje con patinadores', de Joos de Momper el Joven; y por pinturas como 'Playa con pescadores', de Adam Willaerts y 'Embarcando en una playa', de Bonaventura Peeters, que unen el paisaje con la escena de género.

Y, por último, está Rubens, el gran maestro flamenco, cuyos paisajes constituyen la parte más íntima, más personal de su producción. De ellos se expone el soberbio 'Atalanta y Meleagro cazando el jabalí de Caledonia', una de las obras cumbres del paisaje nórdico.

La exposición concluye con algunos de los paisajes encargados por el monarca español Felipe IV para decorar el palacio del Buen Retiro a Claudio de Lorena, Jan Both y Herman van Swanevelt, los jóvenes pintores nórdicos que iniciaron en Roma el llamado "paisaje italianizante" que en Holanda contó con numerosos seguidores. El más destacado fue Philips Wouwerman, que se especializo en la representación de cacerías como 'Parada en la venta' y 'Partida de caza' que adelantan ya el gusto rococó.