Actualizado 09/03/2010 14:20

11-M.- Un estudio apunta que los ciudadanos clamaron por un mundo en paz en los altares improvisados tras los atentados

El CSIC recopila casi 70.000 piezas que formaron altares en las estaciones para analizar la respuesta de la sociedad


MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

El mensaje más repetido en los altares improvisados que los ciudadanos crearon en las estaciones de tren madrileñas tras los atentados del 11 de marzo de 2004 fueron llamamientos a la paz y a la construcción de otro mundo, según se desprende del estudio 'Archivo del Duelo' presentado hoy por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Este proyecto recoge los casi 70.000 documentos que inundaron las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia tras los atentados para estudiar la respuesta de la sociedad ante un hecho traumático como este. En total, recopila 2.482 fotografías, 64 grabaciones de audio y vídeo, 6.432 documentos en papel, 495 objetos tridimensionales y 58.732 correos electrónicos.

Entre las conclusiones alcanzadas por los investigadores del CSIC, destaca que 'paz' es la palabra más repetida en los mensajes depositados en las estaciones y sentencias como 'otro mundo es posible'. Esto contrasta con otras respuestas de la ciudadanía a hechos similares, como la producida en Estados Unidos tras el 11-S, cuando eran mayoritarios los mensajes patrióticos.

Según explicó la coordinadora del proyecto, Cristina Sánchez-Carretero, este gesto demuestra que la sociedad no sólo depositó ofrendas en memoria de los muertos sino que, con sus actos, reclamó acción. "No sólo quieren conmemorar o protestar, sino que están pidiendo una respuesta, un cambio social", aseguró.

Además, en el 11-S los mensajes se identificaban con la "nación-Estado", mientras que en el caso del 11-M los mensajes de solidaridad se centraban más en Madrid y el concepto del tren, lo que demuestran frases como 'Todos íbamos en ese tren', 'Paz', 'Otro mundo es posible' o 'Todos somos Madrid'.

CORTINAS, MANTELES O ROPA DEL SAMUR

Sánchez-Carretero destacó esta necesidad demostrada por la sociedad para ofrecer una respuesta en lugares no institucionalizados y puso como ejemplo algunos mensajes escritos en cortinas, manteles o ropa de los miembros del Samur, lo que demuestra que los ciudadanos sintieron la necesidad inmediata de reaccionar ante la tragedia.

El estudio ha analizado además la literatura de los mensajes y descubre que, pese a que estamos en una época en la que la lectura no parece predominante, personas de muy variada extracción social y formación cultural recurrieron de manera espontánea y masiva a la palabra para expresar su dolor, rabia, repulsa y su apoyo a las víctimas y muestras de solidaridad.

En total, el proyecto recoge 5.900 mensajes en papel, 58.732 correos electrónicos, y otros 550 objetos como banderas, camisetas, pancartas o las propias paredes de las estaciones que sirvieron de soporte de expresiones de los ciudadanos.

MEZCLA DE SPRINGSTEEN Y MACHADO

La coordinadora del estudio apuntó que el contenido de estos mensajes es muy variado y destacó que aparece "una mezcla de Bruce Springsteen y Antonio Machado" con los que los ciudadanos "rompieron las categorías". "Se borra la frontera entre la poesía y el blog", enfatizó.

Pese a que al iniciar el estudio los investigadores pensaban que la utilización de ligares públicos y civiles podía indicar una desacralización de los rituales del duelo, el análisis del material desveló una gran importancia y variedad de manifestaciones religiosas, entre las que destacan las católicas.

La investigación ha dado lugar a un libro escrito junto a investigadores de otras instituciones que compara los altares surgidos también en otras ocasiones, como los asesinatos del juez antimafia Giovanni Falcone en Italia en 1992 y el cineasta holandés Theo Van Gogh en 2004, la masacre del Instituto Columbine en Estados Unidos en 1999 y los atentados del 11-S.

La colección objeto de estudio será ahora donada al Archivo Histórico Ferroviario de la Fundación de Ferrocarriles Españoles para que, una vez digitalizada, pueda ser accesible para fines educativos y de investigación. Por ejemplo, podría servir para psicólogos para el estudio del duelo infantil o también para elaborar material pedagógico de educación en paz.