Actualizado 18/04/2013 16:35

Un 20% de la posidonia del Parque Natural de Ses Salines, en Formentera, ha sido arrancado por las anclas en cuatro años

Detalle Del Impacto De Los Fondeos Sobre La Posidonia Oceánica En Baleares.
OCEANA, ENRIQUE TALLEDO/EUROPA PRESS


MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización de conservación marina Oceana ha denunciado que en los últimos cuatro años las anclas de los barcos han arrancado más de un 20 por ciento de posidonia en el Parque Natural de Ses Salines (Formentera).

Según un informe científico al que ha tenido acceso la ONG, esto demuestra la degradación de este hábitat protegido por la Unión Europea por el fondeo ilegal de embarcaciones.

El retroceso de la posidonia entre 2008 y 2012 se debe a las embarcaciones que fondean ilegalmente sobre posidonia y que arrancan las plantas con el ancla. La pradera del Parque Natural de Ses Salines, donde se realizó el estudio, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999.

El informe ha sido realizado por siete biólogos marinos de la consultoría ambiental OceanSnell, que han analizado la situación de las praderas de Posidonia oceanica entre Punta Pedrera y S'Espalmador, en el área incluida en el Parque Natural de Ses Salines y en el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Ses Salines d'Eivissa i Formentera, de la Red Natura 2000 de la UE.

El estudio compara el estado de la pradera en noviembre de 2012 con datos de 2008, cuando se realizaron, utilizando los mismos métodos que ahora, las investigaciones del proyecto LIFE financiadas por la UE y el Gobierno de Baleares.

En estos cuatro años la pradera se ha reducido entre un 16 por ciento en la zona que mejor ha resistido y un 44 por ciento en la más castigada. Los autores del estudio afirman sin lugar a dudas que "la elevada presencia de mata muerta de posidonia y el descenso de la cobertura en todas las zonas es consecuencia directa del fondeo de embarcaciones sobre las praderas".

Según el documento, esta afirmación "se basa en la presencia de gran cantidad de marcas de garreo de anclas de embarcaciones, los bloques de pradera arrancados, la distribución en manchas y localización de las zonas de mata muerta, así como en el elevado número de embarcaciones que fondean en estas zonas durante la época estival".

Los instrumentos de investigación localizaron 209 marcas de garreo sobre la posidonia, alguna de ellas de hasta 344 metros de longitud, y se estima que el impacto directo de esas marcas es de cerca de 11.000 metros cuadrados.

En este sentido, el biólogo y director ejecutivo de Oceana Europa, Xavier Pastor, ha señalado que la Comisión Europea desestimó en 2012 una queja planteada por Oceana sobre la destrucción de esta pradera de posidonia porque no disponían de un estudio científico, sistemático y global de la zona, sino sólo de imágenes de lugares puntuales donde los daños eran evidentes.

Sin embargo, ha añadido que este informe aporta las pruebas que necesita la Comisión y que demuestran que la gestión que realiza el gobierno autonómico en la zona protegida, y "a la vez tan castigada, es francamente mejorable".

Pastor ha descartado buscar polémica con el ejecutivo regional porque quiere "colaborar a que se solucionen los problemas con propuestas en positivo". Por ello, pide al consejero de Medio Ambiente, Gabriel Company, que se ponga en marcha "rápidamente" el proceso de instalación de boyas ecológicas, que son, en su opinión, "el único modo posible de permitir la presencia la presencia de un número controlado de embarcaciones de todas las esloras sin dañar las praderas".