Actualizado 04/10/2010 16:08

El 90% de los amputados en Sri Lanka no disponen de prótesis adecuadas


MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

Más de 16 meses después de que el Ejército de Sri Lanka derrotara al grupo rebelde Tigres de Liberación de la Tierra Tamil, poniendo fin a una guerra que duró 26 años, el 90 por ciento de las 160.000 personas que sufrieron amputaciones, muchas causadas por explosiones, no disponen de prótesis adecuadas, según ha informado este lunes el Colegio de Prótesis y Ortopedias de Sri Lanka.

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha explicado a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN, que, a nivel de distrito, los servicios de prótesis son inaccesibles y limitados en cuanto a proveedores y fondos debido a la falta de técnicos cualificados y del apoyo de donantes.

"No hay suficientes proveedores en este ámbito para satisfacer la necesidad de prótesis que tiene el país", ha declarado el coordinador de programas de la USAID, Ivan Rasiah. "El Gobierno no tiene capacidad suficiente para ofrecer estos servicios debido a la falta de instalaciones y de personas formadas", precisó.

Este problema, que es especialmente acuciante en el norte del país, preocupa mucho a Sri Lanka, según la representante del departamento de servicios sociales, Ravindra Solomans.

"En las zonas remotas, los recursos son un gran problema. No hay suficientes terapeutas ni accesibilidad", ha dicho. El Gobierno se ha marcado el objetivo de hacer accesibles a las personas discapacitadas todas las zonas públicas en un plazo de cinco años. "Ahora que ha terminado la guerra civil, estamos formando a miembros de las autoridades y a voluntarios en este ámbito", ha añadido.

El activista Lalith Ganhewa ha señalado que el material protésico de mejor calidad es caro y se importa de Estados Unidos. "El material indio es barato pero no se adapta bien a los pacientes", ha indicado. Por ejemplo, una prótesis fabricada en Estados Unidos puede costar entre 5.000 y 12.000 dólares, pero el sueldo medio de los ceilandeses es de 4.500 dólares al año.

Shankar Kamalarajan, de 41 años, perdió la pierna derecha en 2007 porque le explotó una mina mientras recogía madera. Carecía de una prótesis hasta el pasado febrero, cuando un grupo comunitario local se la financió.

Pero otros, como Jeganathan Sivakumaran, un joven de 25 años que perdió las dos piernas a principios de 2009 por el impacto de un obús, no han tenido esa suerte. "Estoy discapacitado por una guerra innecesaria, y sigo sufriendo", ha asegurado. "Vivo como un animal, en la calle, pidiendo dinero", ha concluido.