Actualizado 16/01/2013 14:57

ACNUR advierte de que cientos de refugiados permanecen en el campamento tunecino de Choucha, en la frontera con Libia


MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Cientos de refugiados subsaharianos y árabes permanecen en el campamento tunecino de Choucha, a cinco kilómetros de la frontera con Libia, dos años después de la guerra civil en este segundo país, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Entre 2011 y 2012, ACNUR atendió 3.543 solicitudes de asilo en Choucha --que llegó a acoger a unas 20.000 personas--, 3.000 de las cuales fueron admitidas. En estos momentos, el campamento acoge a 1.357 personas --1.145 son refugiados y solicitantes de asilo y 212 son inmigrantes cuyas solicitudes de asilo han sido rechazadas-- procedentes de 13 países diferentes, principalmente Somalia, Sudán, Eritrea, Etiopía y Chad, según ACNUR.

Catorce países han aceptado acoger a al menos 890 refugiados, en el marco de una Iniciativa Mundial de Reasentamiento Solidario, introducida en 2011. Cerca de 400 refugiados no han sido admitidos por el momento por ningún país y se encuentran "en el limbo", de acuerdo con el informe.

El objetivo de ACNUR es conseguir que el cierre del campamento no suponga el abandono de estos 400 residentes, la mayoría hombres jóvenes y anteriormente inmigrantes en Libia, que temen que si regresan a su país puedan ser acusados de ser mercenarios a favor del líder fallecido, Muamar al Gadafi.

SOLUCIONES

Los 400 refugiados serán integrados a nivel local. Primero, recibirán ayuda financiera para poder desplazarse y alquilar viviendas en las zonas urbanas de Zarzis, Ben Gardeme y Medenine, en el suroeste de Túnez, y también para formación profesional. Después, se ofrecerán microcréditos para las empresas, de acuerdo con la representante adjunta de ACNUR, Elizabeth Eyster.

"Hemos recibido una donación considerable de 600.000 euros por parte del Gobierno alemán para ayudar en el reasentamiento local de estos 400 refugiados en Túnez", ha subrayado Eyster. "Nuestro principal objetivo es la legislación actual. Se ha redactado una nueva ley de asilo pero se necesita voluntad política para que sea aprobada e implementada por el Gobierno", ha añadido.

Un investigador francés, que ha visitado recientemente a los refugiados de Choucha, ha declarado a IRIN que las condiciones de vida en el campamento son muy difíciles.

"La seguridad aquí es terrible, los refugiados no están contentos", ha afirmado un joven procedente de Chad que vive en el campamento.

Desde hace una semana aproximadamente, ACNUR no puede acceder al campamento a causa de los últimos enfrentamientos en la zona y los únicos que han podido entrar en Choucha han sido los equipos médicos, de acuerdo con IRIN.

El pasado septiembre, el Gobierno de Libia decidió cerrar la frontera con Túnez, tras haber recibido numerosas quejas sobre ataques que habían sufrido ciudadanos libios en Túnez.

A pesar de que la frontera se reabrió la semana pasada, la inseguridad hace que los refugiados se enfrenten a serias dificultades para vivir en la zona y que las agencias tengan impedimentos para trabajar.